| Yago | |
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| Aventura | El Buda Negro |
| Nombre Real | Yago (apellido desconocido) |
| Nacionalidad | Desconocida |
| Primera Aparición | MEX 1010, COL 1000 |
| Última Aparición | MEX 1064, COL 1054 |
Yago es el principal cómplice de Ramar, un jorobado de cuyo pasado no sabemos nada pero que ansía convertirse en un hombre rico y poderoso. Desde el inicio de la aventura acompaña a Ramar en sus andanzas y le ayuda en sus planes, por ejemplo es él quien mantiene prisionera a la Diosa Viviente en la Isla de los Muertos, cuida del Buda Negro, arenga los perros guardianes de la isla contra cualquier intruso, etc.
A pesar de todo esto, Yago no le es especialmente fiel a Ramar, su razón de vivir es enriquecerse lo más pronto posible y cuando se le presenta la oportunidad substituye el Buda Negro robado por una copia de cristal con la que engaña a Ramar por semanas enteras; su plan es escapar con la joya verdadera y venderla por mucho dinero. A pesar de que Yago intenta escapar varias veces de Kaliasana llevándose el Buda Negro, nunca tiene éxito en su empresa. En una ocasión es descubierto por Vanesa, a quien el chofer tibetano que la guía le ha dicho que es un aliado de Ramar.
La mujer lo captura e insiste en que la guíe hasta los dominios de Ramar, y desde ese momento Yago se convierte en un acérrimo enemigo que en varias ocasiones la lleva a trampas diversas, por ejemplo a la guarida de los perros asesinos. Otras veces es Kalimán quien impide que Yago abandone Kaliasana con el Buda robado. Al final de la aventura, durante una batalla entre Kalimán y Ramar, Yago, siguiendo las órdenes de su amo, estrella lo que todos creen es el Buda Negro contra el suelo y lo hace añicos.
En esa ocasión Ramar consigue escapar, pero Kalimán captura a Yago y lo entrega a las autoridades de Kaliasana, y el colegio de maestros lamas lo juzga y lo condena a muerte por haber destruído la reliquia. Viéndose en peligro de muerte Yago revela que lo que destruyó solo era una copia de la estatua, él tiene escondido el verdadero Buda Negro y se lo entregará a Kalimán a cambio de su vida. Los maestros lamas y Kalimán aceptan el trato, y Yago guía a Kalimán hasta el sitio donde tiene escondida la joya y se la entrega. Luego huye entre las sombras.
Ramar lo encuentra poco después, se ha enterado que su cómplice lo engañó por semanas enteras e intentaba robarle la famosa reliquia. Ante esto Ramar no tiene compasión de su cómplice y lo asesina desnucándolo.