Kaliman, el hombre increible
Kaliman, el hombre increible
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R08 EL EXTRAÑO DR MUERTE

PERSONAJES[]

  • Narrador (Mex: Isidro Olace, Col: Gonzalo Zuluaga)
  • Otros actores mexicanos: Eduardo Castel, Ricardo Lezama, Javier Talamantes, Carlos Puliot
  • Otros actores colombianos:

LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA[]

  • Long Beach, California, Estados Unidos
  • Los Ángeles, California, Estados Unidos
  • San Francisco, California, Estados Unidos
  • Océano Pacífico
  • Honolulu, Hawái, Estados Unidos
  • Manila, Filipinas
  • Base Militar Estadounidense de Quinally, Filipinas
  • Mar de China Meridional
  • Hong-Kong, China
  • Nakhon Ratchasima, Thailandia
  • Bangkok, Thailandia
  • Calcuta, India
  • Montañas de Rabanat, India
  • Montañas de Jalpakur, Nepal
  • Monasterio de Podang, Tíbet
  • Monte Chakpori, Tíbet
  • Monasterio de Chakpori, Tíbet
  • U-Tsang, Tíbet

Quinally, Rabanat, Jalpakur, Podang y Chakpori son sitios ficticios. Calcuta es una de las principales ciudades de la India y no parte del Pakistán Oriental (hoy Bangladesh) como se afirma en la aventura. Ü-Tsang es en la vida real el nombre de una de las tres provincias tradicionales del Tíbet, no es el nombre de un poblado.

ARGUMENTO[]

Empeñado en disfrutar por una vez de unas vacaciones tranquilas, Kalimán decide utilizar un seudónimo durante sus vacaciones en la ciudad estadounidense de Long Beach, en California: decide llamarse a sí mismo Kent Hunter, o Mister Kent, mientras que a Solín le da el nombre de Lew Lewis. Después de un exitoso día de pesca en alta mar, el falso Mister Kent y el pequeño Lew regresan a su hotel y deciden cenar las langostas que pescaron. Una hermosa mujer los observa al llegar, y luego de informar por teléfono de lo que hace a un tal Señor Douglas se acerca a la mesa de los recién llegados. Alegando un problema con su reservación consigue que Kalimán la invite a sentarse a su mesa, y pronto deja muy en claro que sabe perfectamente que tiene ante sí al famoso Kalimán y su compañero Solín, no a Mister Kent y Lew como Kalimán insiste en llamarse a sí mismo. Kalimán se rehusa a darle la razón pero la interroga hábilmente, y la mujer, que dice llamarse Nadia Liberman, pronto revela que busca ansiosamente a Kalimán porque se siente amenazada de muerte por la secta de estranguladores de la India, quienes según ella han intentado asesinarla en dos ocasiones: introduciendo un gas tóxico en su habitación, y cortando el cable del ascensor donde ella viajaba. A pesar de que las historias de la mujer suenan factibles, una serie de detalles le revelan a Kalimán que Nadia miente. Además mientras conversa con ellos Nadia los ha estado fotografiando a él y a Solín con una pequeña cámara fotográfica que lleva disimulada en su polvera. Habiendo descubierto las mentiras de la mujer Kalimán pierde el interés de continuar hablando con ella y al terminar su cena regresa a sus habitaciones y la deja sola.

Al día siguiente decide abandonar Long Beach y conducir un carro alquilado a la ciudad de Los Ángeles para continuar allí sus vacaciones. En media carretera él y Solín encuentran un carro incendiándose, y mucha es su sorpresa al descubrir que la persona que lo conducía es nada menos que Nadia Liberman. Kalimán no está dispuesto a dejar a la muchacha abandonada a su suerte y así consiente a llevarla a Los Ángeles. Ella da la impresión de estar visiblemente alterada y les dice que alguien ha intentado matarla una vez más, esta vez descomponiendo su automóvil y causando el accidente. Kalimán descubre que esto es otra de sus mentiras y ella termina por reconocerlo: ella misma causó el accidente para lograr que Kalimán la rescatara y lograr entrevistarse de nuevo con él. El falso Mister Kent insiste en ocultar su identidad pero termina accediendo a oir la historia de Nadia, que dice buscar a Kalimán para que la proteja de un peligro de muerte; según ella las dos historias que relató en su primer encuentro sí son verdaderas y su vida está en peligro. Sin embargo ya Kalimán no le cree, y sin muchos miramientos la deja en una zona céntrica de Los Ángeles para que ella vaya por sus propios medios a un hotel.

Él mismo y Solín alquilan una habitación en un hotel céntrico de la ciudad. Pocas horas después de su llegada son visitados en su habitación por el inspector Gary Logan, un agente de la policía de los Estados Unidos que los busca: una mujer, Nadia Liberman, ha puesto una denuncia alegando que los conductores de un vehículo con las placas del carro de Kalimán intentaron asaltarla. Cuando Logan se presenta ante Kalimán lo trata muy rudamente, como si fuera un delincuente, pero poco después Nadia entra a la habitación y aclara que no fue él quien la asaltó, con lo que el inspector Logan no tiene más opción que pedir excusas y marcharse. Cuando Kalimán y Nadia se quedan solos, Nadia explica que no tuvo más remedio que utilizar a la policía para dar con él, de otro modo no hubiera tenido ninguna manera de encontrarlo en una ciudad tan grande como Los Ángeles. Kalimán poco a poco se siente atraído por la belleza y el atrevimiento de Nadia y termina por revelarle su verdadera identidad, ante lo que ella le repite la historia que le ha estado contando: lo busca porque su vida está en peligro.

Esa noche, Kalimán escucha una risa misteriosa dentro de su habitación cuya procedencia no se puede explicar. Una misteriosa piedra verde yace colocada en su mesilla de noche, e iluminado por sus fulgores Kalimán se levanta en medio de la noche y luego de vestir su traje característico (que hasta ese momento llevaba bien guardado en el fondo de su equipaje) sale a la calle por la ventana del hotel. Solín se despierta con el ruido que hace Kalimán al vestirse, pero no recibe respuesta cuando intenta preguntarle a dónde va. Aunque se extraña de que Kalimán haya decidido salir por la ventana, prefiere seguir durmiendo y preguntarle al otro día la razón de lo que hace. Cuando Kalimán llega a la calle se dirige a una joyería, y allí comete un asalto. Uno de los guardias, un agente llamado Mortison, intenta detenerlo, pero Kalimán lo golpea fuertemente y se lanza a la fuga. Mortison consigue dar la alarma, pero Kalimán logra escapar y regresa a su hotel donde guarda las joyas robadas en el bolsillo interior de su casaca y vuelve a acostarse en su lecho como si nada hubiera pasado.

Más tarde esa noche el agente Mortison describe lo sucedido al inspector de policía encargado de esclarecer el crimen, coincidencialmente el inspector Gary Logan. Las huellas digitales de Kalimán están plasmadas por doquier, y Logan pronto logra identificarlas como las de Kalimán, un famoso investigador internacional. Cuando muestra una fotografía de Kalimán al agente Mortison, éste lo identifica inmediatamente. Sin embargo Logan no hace la conexión entre Kalimán y el hombre que conociera esa misma mañana y que se identificara como mister Kent Hunter.

A la mañana siguiente Nadia Liberman, visiblemente alterada, muestra a Kalimán la noticia principal en todos los periódicos de Los Ángeles: el aventurero internacional Kalimán es acusado de un cuantioso robo a la Joyería Bayley. Kalimán no recuerda nada de lo sucedido esa noche, y aunque Nadia se le ofrece como coartada Kalimán decide presentarse ante la policía para esclarecer los hechos. Solo cuando Nadia se va Solín se decide a preguntar a Kalimán acerca de lo que en sucedió en realidad: lo vio vestir su traje característico y salir por la ventana del hotel cerca de la medianoche. Muy soprendido por lo que dice Solín Kalimán descubre heridas de vidrios en sus manos y el paquete de las joyas robadas que cae de su casaca. Esto lo preocupa en sobremanera, y entonces recuerda la risa que que oyera esa noche. Solín le informa además que una misteriosa piedra verde sobre su mesa de noche fulguraba brillantemente cuando él se iba, pero cuando se acercan a investigarla descubren que allí solo queda un puñado de cenizas.

Todo esto inquieta muchísimo a Kalimán, quien para iniciar su investigación decide averiguar lo que sabe la policía. Disfrazado de Alex Madison, un agente de seguros de la joyería Bayley, se presenta ante el inspector Logan, y así descubre que numerosas huellas dactilares en la joyería y el testimonio de Mortison lo acusan. Protegido por su disfraz le promete a Logan que Kalimán se presentará ante él en pocas horas para responder por el robo si resulta ser culpable, y luego regresa a sus habitaciones para consultar en sus propias fuentes lo que puede estar pasando.

Al llegar al hotel descubre a Nadia Liberman examinando cuidadosamente sus pertenencias. Confrontándola exige que la muchacha le de respuestas claras de una vez por todas. Nadia revela que en realidad es una reportera del London Times en Los Ángeles trabajando bajo las órdenes del señor Douglas, el jefe de los corresponsales extranjeros del periódico en California. La razón por la que revisa el equipaje de Kalimán es que quiere encontrar el libro de sus memorias para examinarlo y escribir un reportaje. Las historias que le contara previamente acerca de los estranguladores son falsas, como lo sospechara Kalimán, y ella las había utilizado para despertar su interés y lograr acercarse a él. Kalimán acepta la explicación de la muchacha, pero mostrándole las joyas robadas le revela que es cierto que él fue quien cometió el robo. Nadia trata de obtener la colaboración del señor Douglas para proteger a Kalimán de la justicia, pero el periodista le responde que ante la contundencia de las pruebas contra Kalimán su periódico no puede intervenir.

Más tarde esa noche, ya a solas, Kalimán estudia sus libros tibetanos y descubre una posible explicación a lo que está sucediendo. Su fecha de nacimiento lo hace vulnerable al influjo de una misteriosa piedra mágica, la piedra bura, la cual puede ser utilizada aún a través de largas distancias por personas conocedoras de la magia tibetana para apoderarse temporalmente de su voluntad. Todos los datos que ha averiguado coinciden con esta hipótesis, y luego de un experimento de autohipnosis durante el que vuelve a escuchar la risa de su misterioso enemigo queda convencido de que una mente malévola y poderosa lo ha obligado a cometer el crimen a través de la distancia y utilizando la piedra bura. Sin embargo esto no cambia la realidad de su delito, y antes de confrontar a su enemigo decide pagar su deuda con la justicia estadounidense. Para esto vuelve a disfrazarse de Alex Madison y así llega de incógnito hasta el inspector Logan. Cuando está frente a él devuelve las joyas robadas, se despoja de su disfraz y se declara culpable del delito y dispuesto a cumplir cualquier pena que le imponga la justicia estadounidense. Solo entonces el inspector Logan reconoce a Kalimán como Kent Hunter.

Kalimán es encarcelado, y aunque Solín y Nadia lo visitan en la cárcel e intentan ayudarlo, él está empeñado en no intentar escapar sino pagar su condena. Sin embargo su misterioso enemigo tiene otros planes, y esa misma noche Kalimán descubre sorprendido que una segunda piedra bura ha sido depositada en su celda. Antes de que pueda destruirla vuelve a perder su voluntad, ataca salvajemente al guardia que lo vigila y utilizando su fuerza y agilidad sobrehumanas escapa del cuartel de policía a través de los techos de la ciudad dirigiéndose al hotel donde Nadia ha decidido hospedarse con Solín.

El inspector Logan es quien descubre la fuga de Kalimán, al igual que una extraña piedra verde que se convierte en cenizas ante sus ojos. Muy enfadado por la fuga de Kalimán pone en alerta máxima a toda la policía de Los Ángeles. El guardia herido, un hombre llamado Frank Mortimer, se debate entre la vida y la muerte y debe ser llevado de urgencias a un hospital. En su hotel Kalimán recupera el control sobre sí mismo, y esta vez recuerda exactamente todas sus acciones. Muy preocupado por la posibilidad de haber herido de muerte al agente Mortimer decide ir inmediatamente al hospital a donde este ha sido llevado para allí intentar salvar su vida; Solín y Nadia deberán esperarlo en el hotel. Cuando llega al lugar se descuelga 12 pisos desde la azotea del hospital hasta la habitación de Mortimer, donde utilizando sus conocimientos de medicina tibetana logra revivir al agente. Sin embargo cuando Mortimer despierta se asusta pensando tener ante sí a quien considera un asesino, así que da la voz de alarma. El inspector Logan, casualmente allí, entra inmediatamente a la habitación y descubre a Kalimán, quien no tiene otra opción que saltar desde el octavo piso del hospital hacia la calle. Logra frenar su caída asiéndose a los cables de energía eléctrica, y una vez en la calle inicia una loca carrera intentando escapar de la policía. Eventualmente logra hacerlo hipnotizando a un grupo de agentes y haciéndoles creer que huye volando, pero no puede evitar ser herido en un hombro de un balazo. Sangrando profusamente logra llegar al hotel donde Solín y Nadia esperan, y Nadia es encargada de extraerle la bala utilizando una daga que luego debe calentar para cauterizar la herida.

El capitán Logan deduce correctamente que Kalimán intentará reunirse con Solín, y así decide cercar el hotel donde se hospeda el muchacho. Sin embargo, utilizando una serie de artimañas Kalimán y sus amigos logran escabullírsele de nuevo y salen del hotel por las alcantarillas hacia la calle, donde Kalimán recupera su carro y huye por carretera hacia San Francisco, pues allí espera entrevistarse con un amigo chino que quizá pueda ayudarlo a obtener más información acerca del extraño enemigo que lo acosa. Cuando Logan se percata del escape de Kalimán obtiene permiso del jefe de la policía de Los Ángeles para abandonar todas sus demás investigaciones y dedicarse exclusivamente a la persecución y captura de Kalimán, ahora considerado un criminal extremadamente peligroso. El policía ordena establecer puestos de vigilancia en carreteras, estaciones de tren y aeropuertos, y en consecuencia Kalimán y sus amigos no tardan en ser detenidos en un retén policial sobre la carretera a San Francisco. Kalimán logra evitar ser capturado disfrazándose de turista alemán, pero no puede impedir que Nadia tenga que mostrar su pasaporte. Cuando Logan es informado horas más tarde de la actitud del turista alemán deduce inmediatamente que se trataba de Kalimán y descubre que ahora viaja acompañado por Nadia Liberman, la mujer a quien ya conoce.

El amigo a quien Kalimán busca, un anciano llamado Ling-Po, es el dueño de un bazar en el barrio chino de San Francisco donde vive junto a su hija Lua-Tani. Luego de confirmar la identidad de Kalimán por medio una prueba de destreza, el anciano se muestra dispuesto a ayudar a su amigo, aún si éste no duda en confesarle que se ha convertido en un criminal. Sin embargo Ling-Po conoce la magia oriental y el poder de la piedra bura, así que no duda en las aseveraciones de Kalimán de que ha cometido los delitos involuntariamente. Kalimán decide intentar un peligroso experimento, la muerte roja, para localizar a su enemigo. Ling-Po lo ayuda proporcionándole un artefacto que incrementa su poder mental, y así Kalimán descubre que está siendo atacado desde las lejanas tierras del Tíbet. Cuando el experimento de la muerte roja finaliza, Kalimán descubre una calavera marcada en sangre sobre sus manos. Debido a esto y desconociendo el verdadero nombre de su misterioso enemigo, Kalimán decide llamarlo el extraño Doctor Muerte.

Luego de meditar largamente su situación, Kalimán decide que la única manera de detener los ataques del Doctor Muerte es buscándolo en el Tíbet y enfrentándolo allí, así que le solicita a Ling-Po ayuda para encontrar algún medio de transporte hacia Oriente. El asiático sabe de un barco que zarpará al día siguiente hacia Hong-Kong, pero advierte a Kalimán que está capitaneado por un hombre de poquísimos escrúpulos que se hace llamar Garfio, quien no dudará en traicionarlo. A pesar de eso Kalimán accede a entrevistarse con él, y Lua-Tani se ofrece para ir a buscarlo en una de las tabernas de los muelles de San Francisco. Atraído por la posibilidad de ganar mucho dinero fácilmente, Garfio sigue a Lua-Tani al bazar de Ling-Po y allí se entrevista con Kalimán, quien ofrece entregarle su valiosa esmeralda a cambio de permitir que él y Solín se embarquen a escondidas y se conviertan en miembros temporales de su tripulación. Garfio termina accediendo y le informa a Kalimán que zarpará a la medianoche del día siguiente. Una vez Garfio se ha alejado Kalimán le informa a Nadia que no permitirá que lo acompañe en su peligrosa aventura al Asia. La muchacha protesta vehementemente insistiendo en que quiere estar a su lado para escribir su reportaje, pero Kalimán, consciente de los peligros a los que deberá enfrentarse, insiste en su negativa.

Esa noche, una figura misteriosa deja una piedra bura sobre la mesa de noche de Kalimán, quien pronto cae sobre su influjo. Pocos minutos después Solín y Ling-Po despiertan al escuchar los gritos angustiados de Lua-Tani: Kalimán ha entrado a su habitación y amenaza con asesinarla. Ling-Po no está dispuesto a tolerar el asesinato de su hija y decide detener a Kalimán de un balazo, pero Solín logra impedirlo golpeando la piedra bura fuertemente con un candelabro y destruyéndola. Cuando la piedra se deshace, su influjo sobre Kalimán cesa y Lua-Tani es liberada. Kalimán constata sorprendido que Nadia Liberman ha abandonado el bazar de Ling-Po, y así empieza a sospechar de que ella es la cómplice del Doctor Muerte que ha estado colocando las piedras buras cerca de él.

Durante el día siguiente el inspector Logan despliega la fuerza policial de San Francisco en toda la ciudad, y cuando por la noche Kalimán y Solín se disponen a abandonar su refugio constatan que les será muy difícil llegar al muelle donde está anclado el "Olympia", el barco mercader capitaneado por Garfio. Siendo éste el único barco programado para salir de San Francisco esa noche, Logan decide poner una guardia especial en el muelle e inspeccionar el barco personalmente. Sin embargo cuando lo hace, muy a disgusto del capitán Garfio, no encuentra a los fugitivos ya que ellos todavía no han llegado. Kalimán y Solín sólo llegan al muelle pocos minutos antes de la medianoche, después de burlar a varias patrullas policiales. Para embarcarse Kalimán hace uso de sus poderes de ventriloquía y engaña al policía en la escalerilla simulando que él mismo, Kalimán, se ha lanzado al agua y escapa a nado. Cuando el policía se aleja buscando refuerzos, Kalimán y Solín se embarcan en el "Olympia", el cual zarpa puntual al toque de la medianoche.

Cuando llegan a su camarote, Kalimán y Solín descubren sorprendidos que Nadia Liberman los espera allí, donde les anuncia gozosa que ha logrado sobornar a Garfio y que a pesar de la negativa previa de Kalimán los acompañará en su aventura. El barco ya ha zarpado, y así Kalimán no tiene más remedio que aceptarla como compañera de viaje, entre otras cosas porque sabe que deberá protegerla de las "atenciones" que seguramente le darán los marinos. Durante la travesía por el Pacífico Garfio intenta apoderarse en varias ocasiones de una bolsa en la que Kalimán lleva sus objetos personales: por el inspector Logan se ha enterado de que a Kalimán se le busca por el asalto a una joyería de Los Ángeles, y él está convencido de que lleva el botín robado ahí. En una ocasión Kalimán se libra de él hipnotizándolo y haciéndole creer que hay serpientes vigilando la bolsa, y en otra conectando electricidad al picaporte de la puerta de su camarote. Garfio termina aliándose con un marino gigantesco apodado El Sueco, y entre los dos deciden retar a Kalimán a un combate ostensiblemente amistoso a efectuarse sobre las velas del barco. Kalimán acepta el desafío sin saber que Garfio piensa hacer trampa y ha untado parte de los travesaños de las velas con aceite, esperando hacer caer al mar a Kalimán para que sea devorado por tiburones que se ha preocupado en atraer al barco durante todo el viaje. Sin embargo, a pesar de la traición de Garfio Kalimán vence al Sueco, y el capitán del barco es humillado ante su tripulación cuando Kalimán lo golpea fuertemente. Cuando se recupera, Garfio jura que se vengará de la ofensa.

Mientras tanto el inspector Logan ha averiguado el itinerario del "Olympia", y así cuando el barco está llegando al puerto de Honolulu, Hawái el policía está esperándolo para abordarlo. A pesar de que sus hombres realizan una inspección minuciosa del barco, Logan no logra encontrar a los fugitivos porque estos se han escondido en el exterior del casco del barco, de donde penden de gigantescas sogas. Logan finge darse por vencido y hace como si regresara al puerto, pero cuando Kalimán y sus amigos salen de su escondite regresa a bordo del "Olympia" y termina por descubrirlos. Kalimán no está dispuesto a ser capturado, y en un momento de descuido ataca al inspector Logan y lo deja sin sentido. Luego ataca también al policía que tripula la lancha en la que Logan llegara, y haciéndose con ella huye acompañado de Solín y Nadia hacia la costa. Logan se repone del golpe luego de pocos minutos y se comunica con el servicio de guardacostas, y pocos minutos después una flotilla de lanchas policiales sale del puerto de Honolulu para interceptar a Kalimán. Ya cerca a un lugar escarpado de la costa y en un momento en el que los policías no pueden verlos Solín y Nadia, obedeciendo órdenes de Kalimán se lanzan al mar y nadan hacia tierra. Por su parte Kalimán guía la lancha policial hacia una zona de acantilados, y la hace estrellar contra ellos. Él mismo salta al agua en el último segundo y así logra burlar la persecución de los policías, que quedan convencidos de la muerte de los fugitivos.

Kalimán no tiene dificultad en encontrar a sus amigos, y mientras Logan busca sus cadáveres en el mar ellos se internan por las calles de Honolulu. Utilizando un fajo de billetes que Kalimán llevaba compran ropa nueva, y disfrazados logran camuflarse entre los habitantes de Hawái. Sin embargo el vendedor de ropa resulta ser extremadamente desconfiado, y teniendo experiencia con las actitudes de criminales decide llamar a la policía para informarle que un grupo de personas vestidas de harapos estuvo en su establecimiento comprando disfraces. Cuando el vendedor menciona la vistosa esmeralda de Kalimán, el inspector Logan se convence definitivamente de que los fugitivos están vivos y lograron burlarlo de nuevo.

Mientras da tiempo a que el "Olympia" se reabastezca de víveres y agua, Kalimán les ordena a sus amigos separarse los unos de los otros para disminuir la posibilidad de ser descubiertos. Logan mientras tanto va donde Garfio, y luego de amenazarlo con encarcelarlo como cómplice de los fugitivos consigue que el capitán acceda a entregarle a Kalimán cuando éste decida regresar al barco. Esa tarde el marino va al centro de Honolulu a terminar sus compras, y grande es su sorpresa al descubrir a Solín solo entre la multitud. El niño termina guiándolo hasta donde debe encontrarse con Kalimán, y allí consigue entrevistarse con él, según él para informarle dónde está anclado el "Olympia" y decirle que zarpará ese mismo día a la medianoche. En realidad Garfio sólo busca información, y una vez que Kalimán y sus amigos se apartan de él va a informarle lo sucedido al inspector Logan.

Cuidándose de no ser perseguidos, Kalimán y sus amigos van a un hotel costero y pasan allí el resto de la tarde. Poco a poco la relación de Kalimán con Nadia Liberman va mejorando, y aunque él todavía sospecha de ella decide que aún si se trata de una cómplice del Doctor Muerte es preferible tenerla cerca de él. Con esto decide acceder a los deseos de la muchacha de continuar acompañándolo en su viaje a Oriente. Al mismo tiempo Solín le hace notar que desde que salieron de San Francisco el Doctor Muerte no ha intentado apoderarse de su voluntad. Kalimán también se ha dado cuenta de esto, y sugiere que el objetivo del Doctor Muerte desde un principio fue atraerlo a él a sus dominios. Habiendo Kalimán emprendido el viaje, no hay razón para atacarlo.

Mientras tanto el inspector Logan no solo ha llenado la zona de los muelles de Honolulu de policías sino que ha reemplazado a toda la tripulación del "Olympia" por hombres fieles a él. Garfio, asustado con lo que sucede, se encierra en su camarote y se dedica a beber. Kalimán y sus amigos llegan a los muelles tarde en la noche a bordo de un carro alquilado, y sin ser vistos se esconden en unas bodegas. Kalimán decide averiguar si Garfio los traicionó, y para eso hace ruido intencionalmente. De inmediato uno de los policías de Logan surge de entre las sombras y se dirige hacia ellos, pero cuando Kalimán lo tiene cerca lo ataca con un dardo somnífero y se viste con sus ropas. Ordenándoles a Solín y a Nadia que lo esperen escondidos, Kalimán decide abordar el "Olympia" en su disfraz de policía para investigar la situación. En el camino hacia el barco se encuentra con Logan, quien no lo reconoce. Al abordar el barco Kalimán descubre que efectivamente Garfio lo ha traicionado y que el barco es una trampa, y muy enfadado decide visitar al capitán y castigar su traición. Al mismo tiempo Logan encuentra el cuerpo del policía adormecido y descubre que la persona con la que él mismo habló unos segundos atrás era Kalimán. Furioso, él y sus hombres se precipitan al barco mientras Kalimán entra al camarote de Garfio.

Kalimán encuentra al capitán completamente bebido y es bastante poco lo que logra hablar con él. Uno de los hombres de Logan le informa a su jefe que vió entrar a un policía al camarote del capitán, y Logan queda convencido de que por fin ha atrapado a su enemigo. Kalimán golpea a Garfio, lo desnuda y lo tira al mar a través de la escotilla del camarote. Los policías escuchan la caída al agua del cuerpo de Garfio e irrumpen en tropel en el camarote. Allí los espera Kalimán, quien vistiendo las ropas de Garfio y oliendo a alcohol se hace pasar por el capitán y reporta que Kalimán se ha lanzado por la borda y escapa a nado. Mientras los policías se lanzan tras él y rescatan al verdadero Garfio, Kalimán vuelve a vestir las ropas del policía y sale tranquilamente del barco, llegando sin problemas hasta donde lo esperan sus amigos. Luego, los tres vuelven a subir al carro alquilado y regresan a Honolulu.

Mientras encuentran un medio de transporte para abandonar Hawái, Kalimán y sus amigos deciden esconderse en uno de los barrios bajos de Honolulu, un sitio llamado Kahuali. Allí Kalimán conoce a un tabernero de un bar de mala muerte llamado "El Cóndor Plateado", y ofreciendo pagarle una gran suma de dinero le pide que los esconda. Lo que Kalimán ignora es que el tabernero, como muchos de los habitantes de Kahuali, es un viejo conocido de Garfio, quien furioso por su nueva humillación le ha prometido al inspector Logan encontrar él mismo a Kalimán. En su búsqueda Garfio termina por llegar a Kahuali, y cuando interroga al tabernero lo amenaza con revelar a la policía detalles de su pasado criminal. El tabernero termina revelando el escondite de Kalimán y el hecho de que posee un ingenioso sistema de gases narcotizantes en los sótanos de su taberna. Azuzado por Garfio el tabernero introduce los gases en la habitación de Kalimán y Solín, sorprendiéndolos mientras duermen. Los dos amigos pronto pierden el sentido.

Muy satisfecho, Garfio se dirige a la jefatura de policía a informar a Logan de lo sucedido mientras el tabernero se ocupa de Nadia Liberman, quien duerme en otra habitación; muy atraído por la belleza de la muchacha su idea es atacarla y asesinarla antes de que llegue la policía. Sin embargo, Nadia Liberman no es la indefensa muchacha por la que se hace pasar. Cuando el tabernero intenta atacarla, su personalidad cambia radicalmente y se revela como lo que en realidad es: una brutal asesina que además está armada con una pequeña daga plateada que lleva escondida en su vestido. El tabernero se da cuenta de su error e intenta escapar, pero Liberman lo atrapa y lo obliga a confesar lo que sabe acerca de los planes de Garfio. Luego, con una inmensa frialdad Liberman le lanza al tabernero la daga a la nuca desde varios metros de distancia, matándolo en el acto. Liberman borra entonces sus huellas digitales de la daga de plata, y masajeando la nuca de Kalimán intenta despertarlo. Cuando lo consigue retoma su papel de mujer indefensa y le dice que al entrar al sótano encontró al tabernero así, muerto, y no sabe qué puede haber sucedido. Kalimán escucha sorprendido lo que se le dice, y luego huye de la taberna llevando a Solín en brazos y acompañado por la asesina. Pocos minutos después Garfio y Logan llegan al lugar y descubren el cadáver del tabernero. Logan considera el asesinato como uno más de los crímenes de Kalimán, y termina dejando libre a Garfio para que continúe solo su viaje hacia Hong-Kong.

Kalimán decide ir al barrio de los pescadores hawaianos, y allí cambia la esmeralda de su turbante por un destartalado bote pesquero que piensa usar para llegar a la isla de Yap, en Micronesia. Cuando él y sus amigos salen del puerto de Honolulu a bordo de la embarcación, un agente del servicio de guardacostas se da cuenta de que el bote intenta salir sin los permisos necesarios y notifica a Gary Logan, y pocos minutos después Kalimán es interceptado en alta mar. Solín y Nadia no tienen más remedio que esconderse en la bodega del barco, en medio de pilas de pescado en varios grados de descomposición. Kalimán se disfraza como Boni-Wani, el pescador hawaiano dueño original de la embarcación, y no tiene problemas en presentar los documentos del barco exigidos por la guardia costera. Eventualmente se le da permiso de continuar su viaje. Logan, sin embargo, decide investigar más a fondo lo sucedido y termina por encontrar al verdadero Boni-Wani en Honolulu. El pescador, sin creer haber hecho nada malo, le revela inmediatamente los detalles de la venta del barco, y así Logan se entera de que Kalimán ha logrado salir definitivamente del territorio estadounidense.

En alta mar, Kalimán, Solín y Nadia Liberman se dan a la tarea de echar mucho del pescado podrido por la borda para tener un espacio en la bodega de la pequeña embarcación para guarecerse del sol y la lluvia durante los muchos días que durará su travesía. Por varios días navegan sin novedad, disfrutando inmensamente de las aguas del Pacífico Sur, pero un día una feroz tormenta se abate sobre ellos. La frágil embarcación no soporta el embate de las olas y pierde el timón y el mástil principal, y así Kalimán y sus amigos quedan completamente a la deriva. Sus raciones de agua y alimentos también se pierden en la tempestad, así que por unos días más tienen que subsistir con el pescado que pueden pescar. Pasan muchos días así, a la deriva, debilitándose constantemente por la falta de agua. Eventualmente, muchas millas al sur de la isla de Yap los tres náufragos pierden definitivamente el conocimiento por falta de agua dulce.

Son rescatados por un barco mercante que los encuentra casualmente. Varios hombres de aspecto rudo los recogen, y mientras que a Kalimán y a Solín los llevan a las bodegas, a Nadia Liberman la llevan al camarote del capitán. El agua y la comida que se les da revive a los tres náufragos, y conversando con el segundo de a bordo Kalimán pronto se entera de que está a bordo del "Maurus", un barco capitaneado por un hombre apodado El Tigre que transporta mercancía entre Suramérica y Asia. De pronto Kalimán escucha gritos desesperados de Nadia Liberman provenientes de otro lugar del barco. El segundo del Tigre intenta impedir que salga de la bodega a investigarlos, pero Kalimán termina golpeándolo y precipitándose con Solín escaleras arriba hasta encontrar el camarote del capitán, donde descubre que éste está intentando besar a la muchacha a la fuerza. La presencia de Kalimán y Solín interrumpe al Tigre, quien enfadado intenta golpearlos, aunque sin éxito. Kalimán intenta dialogar con él agradeciéndole que los haya rescatado pero insistiendo que deberá respetar a la muchacha. Inicialmente el Tigre aparenta aplacarse, pero en un momento de descuido de Kalimán le lanza licor a los ojos y lo golpea fuertemente con un garrote en la cabeza. Kalimán pierde el sentido, y cuando Solín intenta intervenir también él es golpeado. El Tigre, furioso, se ensaña contra Kalimán hasta que Nadia Liberman interviene y promete que si respeta la vida de Kalimán ella aceptará sus caricias.

Kalimán es llevado a las calderas del barco donde queda encerrado tras una pesada puerta metálica. Cuando recupera el conocimiento se encuentra en un ambiente abrasador y rodeado por un grupo de ancianos esqueléticos que lo miran fijamente. Su líder dice llamarse William Ascot-Flanigan, y es el capitán de un barco mercante inglés que muchos años antes cayó en poder del Tigre; desde entonces Ascot-Flanigan trabaja como esclavo en las calderas de su barco a cambio de comida. Según él el barco en el que se encuentran no transporta mercancías legales sino armas, y luego de reabastecerse de agua y comida en las islas Filipinas continuará su viaje hacia la tierra firme asiática. Si no trabajan paleando carbón a las calderas, la tripulación del Tigre se rehusará a darles alimento. Inicialmente Kalimán ayuda a los ancianos a palear el carbón, pero en realidad su objetivo es encontrar una manera de escapar de allí.

Cuando más tarde el Tigre intenta aproximarse a Nadia Liberman la muchacha finge aceptar sus avances, pero juguetona lo insta a beber más y más whisky, hasta que el hombre queda tan borracho que cae desmayado a sus pies. Sin embargo de poco le sirve su truco; el camarote del capitán está cerrado con llave y vigilado por dos marinos que le impedirán escapar. Cuando Nadia empieza a desesperanzarse, Solín escucha un mensaje en clave morse que viene de las calderas: Kalimán les ordena esconderse en un bote salvavidas cuando se percaten de que en el barco reina la confusión. Poco después el segundo de a bordo viene a informar al Tigre que pronto llegarán a un puerto clandestino de las Filipinas, pero los encuentra a todos aparentemente dormidos: al capitán borracho, y a Nadia y Solín tendidos en una litera, fingiendo. Cuando sale olvida cerrar la puerta con llave, pero aún así Solín y Nadia deciden no escapar todavía y esperar los acontecimientos.

La desaceleración del barco le indica a Kalimán que se encuentran cerca de la costa, y entonces pone en marcha su plan de escape. Les ordena a los ancianos desmontar varios de los tubos de las calderas y desviarlos hacia los sistemas de ventilación del barco; con esto el humo de las calderas se expande por todos los rincones del "Maurus", y la tripulación, sorprendida y desorientada, no tiene otra alternativa que salir a cubierta. Eventualmente el Tigre descubre lo que sucede y furioso va a ver lo que sucede en las calderas acompañado por muchos de sus hombres. Allí los espera Kalimán, quien junto a sus nuevos amigos los enfrenta en una lucha desesperada. La presencia de Kalimán es suficiente para hacer retroceder a la tripulación del Tigre, y la lucha pronto se translada a cubierta. En medio de la confusión Solín y Nadia logran llegar a un bote salvavidas donde esperan los acontecimientos. El Tigre y sus hombres, sorprendidos por la furia de los esclavos, retroceden hasta la parte de atrás del barco para planear el contraataque, pero entonces Kalimán salta a uno de los mástiles y deja caer una pesada red de pesca sobre ellos, atrapándolos. En ese momento las calderas estallan y el barco empieza a zozobrar. Kalimán dirige a los ancianos exprisioneros a los botes salvavidas y con ellos consigue llegar a las costas de la isla de Luzón, en las Filipinas. Un guardacostas filipino se percata de la explosión del "Maurus" y logra salvar la vida del Tigre y su tripulación. Sin embargo pronto se descubre que el barco llevaba un cuantioso cargamento de armas ilegales, y así El Tigre y sus secuaces son encarcelados.

William Ascot-Flanigan y sus hombres se despiden de Kalimán al llegar a tierra, y Kalimán y sus amigos consiguen llegar a la ciudad de Manila sin contratiempos. Allí deciden hospedarse en el hotel de una antigua amiga de Kalimán, una mujer llamada Estela Wong a quien conociera tres años atrás. Wong se muestra muy emocionada al volver a ver a Kalimán, y aunque él le revela su situación de prófugo de la justicia ella se muestra dispuesta a ayudarlo y le da alojamiento en una de las habitaciones del hotel. Mientras tanto Ascot-Flanigan es entrevistado por los periódicos de Manila, y las entrevistas que da son leídas por Gary Logan, quien así se entera de la llegada de Kalimán a las Filipinas. Pocos días después Logan llega a Manila y entrevista personalmente a Ascot-Flanigan, quien no duda en darle a Kalimán todo el crédito por haber organizado su fuga. Ayudado por la policía filipina Logan despliega un operativo policial en Manila y pronto se entrevista con Estela Wong, quien sin embargo continúa protegiendo a Kalimán. Dándose cuenta que Wong miente en relación con la ocupación de una habitación en particular del hotel, Logan insiste en revisarla. Estela Wong alcanza a avisarle a Kalimán por teléfono, y cuando Logan entra es hipnotizado inmediatamente. Subsecuentemente el policía tiene una larga entrevista con lo que en realidad es la pintura de un jeque árabe y confunde a Solín con un feroz tigre de Bengala, pero a la salida de la habitación intuye que algo anda mal y decide continuar vigilando el hotel.

Estela Wong tiene mucho interés en ayudar a Kalimán, y así le informa que tiene un amigo, un bailarín de cabaret llamado Kusabe, que seguramente podrá suministrarles pasaportes falsos para que puedan salir del país. Kalimán accede a entrevistarse con él, y esa noche él, Solín y Nadia se disfrazan de árabes y acompañan a Estela Wong a un cabaret nocturno de Manila llamado "Wonsi", o "Luna Llena". Kusabe resulta ser el bailarín principal de una tropa que efectúa danzas javanesas con sables, puñales, etc. Accede de inmediato a la petición de Estela, pero muy preocupado le pregunta si tiene sentimientos por Kalimán. La muchacha le responde con una evasiva porque aunque sabe que Kusabe la ama con locura, ella preferiría casarse con Kalimán. Durante la velada Estela invita a Kalimán a bailar un baile especial, la danza "Kimari", y cuando han terminado le revela que en su país esa danza tiene un significado ritual muy específico: parejas que la bailan quedan comprometidas en matrimonio. Kalimán se sorprende mucho con ésto, y Estela le informa a que el matrimonio se llevará a cabo al otro día, y que ella lo acompañará en su viaje al Tíbet. Desairar a una mujer tiene en las Filipinas consecuencias muy graves, y Kalimán no sabe cómo zafarse del problema. Mientras tanto Kusabe mira a la pareja furioso, y durante el número de danza con sables que ocurre a continuación le hace ver su desagrado a quien ahora considera su rival.

A la salida del cabaret un hombre con apariencia de mendigo le entrega los pasaportes falsos a Estela Wong, quien anuncia que se quedará con ellos hasta que el matrimonio sea consumado al otro día. Luego de despedir a Estela en la puerta del hotel Kalimán y sus amigos se disponen a entrar a su habitación cuando son atacados por Kusabe, quien furioso le lanza sables y puñales a Kalimán intentando matarlo. Kalimán contraataca y logra vencer a su rival, y luego tiene una larga conversación con él. Al otro día el matrimonio de Estela Wong se lleva a cabo en las habitaciones de Kalimán. Según la usanza filipina el novio lleva cubierto el rostro con un velo negro, y cuando termina la ceremonia mucha es la sorpresa de Estela al descubrir que se ha casado no con Kalimán sino con Kusabe.

Kalimán ha mientras tanto obtenido los pasaportes, y disfrazado de jeque árabe se escabulle de la ceremonia junto a sus amigos para ir al aeropuerto. En el lobby del hotel espera sin embargo su tenaz perseguidor, el inspector Gary Logan, quien los reconoce sin problemas y por fin los arresta. A pesar de encontrarse solo en ese momento, Logan consigue que Kalimán, Solín y Nadia Liberman monten en una autopatrulla y decide conducirlos él mismo hacia la cárcel local. En el camino Kalimán, esposado, consigue desconectar con los pies una serie de cables eléctricos del interior del vehículo y logra hacer que el motor de la autopatrulla empieze a fallar. Logan no tiene más remedio que detenerse, y mientras inspecciona el motor del vehículo Kalimán rompe las esposas y salta al asiento del conductor. Lanza el la autopatrulla contra Logan, quien apenas puede hacerse a un lado, y luego se lanza a la fuga. Aunque Logan dispara no consigue hacer blanco, y mientras Kalimán y sus amigos se pierden en el tráfico, Logan no tiene más alternativa que buscar a pie un teléfono para conseguir ayuda.

Kalimán decide dirigirse hacia la base militar estadounidense de Quinally, y para no ser detenido pone a funcionar la sirena del auto policial. Llega sin contratiempos hasta un edificio junto a las pistas de aterrizaje donde intenta esconderse, pero pronto él y sus amigos son descubiertos por un grupo de pilotos estadounidenses que llegan. Kalimán, todavía disfrazado de árabe, se hace pasar por periodista de un país del Medio Oriente, Solín y Nadia son sus ayudantes. El líder de los pilotos, un hombre llamado Rick McAllister queda convencido por la explicación y se ofrece a servirles de guía durante su paseo por las instalaciones de la base. Cuando poco después McAllister le muestra a Kalimán el lugar donde los pilotos de aviones caza visten sus trajes especializados, Kalimán se torna contra él y de un puñetazo lo deja sin sentido. Él, Solín y Nadia se visten entonces con tres trajes de piloto y tranquilamente abordan uno de los aviones caza que esperan en la pista listo para efectuar un vuelo de rutina. Ante la estupefacción de los militares estacionados en la torre de control de la base, Kalimán despega el avión caza y se dirige hacia Hong-Kong. Un comandante de la base, el coronel Murhardt, inicialmente intenta establecer contacto radial con el piloto del avión para averiguar por qué salió sin presentar un plan de vuelo, pero cuando pocos minutos después McAllister se presenta ante él informando que fue engañado y atacado, Murhardt descubre que el avión ha sido robado por alguien extráneo a la base. Al mismo tiempo se descubre el carro policial estacionado junto a las pistas de aterrizaje, y cuando la policía es informada Logan descubre el paradero de los fugitivos. Pocos minutos después Gary Logan se entrevista con el coronel Murhardt y le explica que se las está viendo con un audaz criminal. Kalimán, aunque contesta los llamados de la torre de control, se rehusa a regresar a la base, y así Murhardt decide enviar a McAllister y a cuatro pilotos más tras él; si no consiguen hacer que regrese a la base tienen órdenes de derribarlo.

Los aviones del grupo de McAllister son más veloces que el de Kalimán y logran alcanzarlo. Cuando Kalimán se rehusa una vez más a regresar empieza una singular batalla aérea en la que los aviones militares intentan derribar a Kalimán, aunque éste se rehusa a disparar sobre ellos. Utilizando una serie de maniobras Kalimán consigue evadir a sus perseguidores y ocultarse de ellos. Eventualmente decide introducirse en una nube de tormenta, y aunque por fin logra desembarazarse de sus perseguidores se encuentra de pronto batallando las fuerzas de los elementos. McAllister y el resto de los pilotos deciden regresar a la base, juzgando imposible que Kalimán sobreviva a la tormenta tropical.

Kalimán, sin embargo, es más hábil de lo que McAllister cree y logra guiar al avión a través de la tormenta. Continúa su viaje en dirección a Hong-Kong, pero pocos kilómetros antes de llegar allí, cuando las costas de la China ya están a la vista, el motor de su avión empieza a fallar y Kalimán no tiene otra opción que utilizar el sistema de abandono del avión en situación de emergencia justo antes de estrellarse. Kalimán, Solín y Nadia Liberman son catapultados hacia el exterior, y caen en paracaídas al mar. Permanecen muchas horas flotando a la deriva y terminan deshaciéndose de los paracaídas; para ahuyentar a un grupo de tiburones que los acosan utilizan repelentes especiales que encuentran en los trajes de piloto.

Un pescador chino llamado Wong (Wang en la versión colombiana) ve la estela del avión en llamas y a sus tripulantes caer al mar en paracaídas. Interesado en cobrar cualquier recompensa que se pague por ellos decide rescatarlos, y así Kalimán y sus amigos son sacados del mar y transportados al puerto de Hong-Kong. Cuando llegan allí, mientras Kalimán y sus amigos duermen fatigados en el camarote del sampán Wong decide ponerse en contacto con un poderoso jefe criminal de Hong-Kong, un árabe iraqí llamado Alí Sharif que inmediatamente deduce la identidad de Kalimán y sus amigos porque los periódicos de Hong-Kong han publicado la historia del robo del avión de caza en las Filipinas con todo lujo de detalles. Interesado, Sharif le paga a Wong, y para comprobar que uno de los náufragos efectivamente es Kalimán les ordena a sus mejores criados, dos luchadores gigantescos llamados Josep y Jacob, que se lanzen contra él y lo maten. Kalimán logra vencerlos fácilmente, pero así revela su identidad. Sharif decide convertir a Kalimán en un agente suyo, y para eso le ofrece protegerlo de la policía, hospedarlo en su casa y hasta hacer expedir pasaportes falsos para él, Solín y Nadia a cambio de que Kalimán acceda a llevar cinco kilos de cocaína en su equipaje en su viaje a Calcuta. Para gran sorpresa de Solín, Kalimán accede al trato.

Mientras tanto Gary Logan llega a Hong-Kong y se entrevista con el jefe de la policía local, un hombre llamado el teniente O'Connor que le informa que el avión de caza estadounidense cayó en llamas al Mar de China. A pesar de que O'Connor piensa que Kalimán ha muerto, Logan decide ofrecer a los pescadores del puerto de Hong-Kong una cuantiosa recompensa por cualquier información acerca del paradero del fugitivo. Su estratagema tiene éxito y Wong se presenta ante él y le revela que rescató a los náufragos. Sin embargo Sharif había ordenado a sus criados vigilar al pescador, y así antes que Wong revele el escondite de Kalimán, Josep lo asesina de un disparo a la espalda.

Sharif decide viajar a Calcuta con Kalimán para vigilarlo de cerca. En camino al aeropuerto y en un descuido de Sharif Kalimán cambia su maleta por la de él, y así cuando el árabe intenta atravesar la aduana china los cinco kilos de cocaína son descubiertos en su equipaje y la policía atrapa al peligroso criminal. Mientras tanto Kalimán, Solín y Nadia Liberman abordan sin problemas un avión rumbo a Calcuta disfrazados de turistas alemanes.

El vuelo de Hong-Kong a Calcuta tiene prevista una escala en Bangkok, Thailandia, pero durante el vuelo se les informa a los pasajeros que se deberá hacer una escala de emergencia en la ciudad thailandesa de Nakhon Ratchasima. En tierra, Kalimán se entera de la razón del aterrizaje: el día anterior se cometió un atentado con una bomba en Hong-Kong, y la policía sospecha que el autor puede estar en el vuelo a Calcuta. Los documentos de todos los pasajeros son revisados de nuevo en el aeropuerto de Nakhon Ratchasima, y cuando la policía queda satisfecha de la identidad de todos los pasajeros el avión continúa hacia Bangkok. Un hombre que dice ser francés se sienta al lado de Kalimán, quien inmediatamente sospecha de él por no haberlo visto en el primer segmento del vuelo. Aparentando simpatía Kalimán lo interroga disimuladamente en su identidad de turista alemán, y una serie de incongruencias acerca de lo que el hombre afirma afianza sus sospechas. Cuando aterrizan en Bangkok Kalimán decide seguir al hombre, quien se entrevista con un empleado del aeropuerto y revela su verdadera identidad: su nombre es Sadek, y es un miembro de la secta de los estranguladores de Calcuta que efectivamente hizo el atentado en Hong-Kong. A pesar de su descubrimiento Kalimán no tiene tiempo de actuar: Sadek descubre que ha sido seguido y amenazando a Kalimán con un revólver lo obliga a regresar al avión.

A pesar de estar amenazado, en un descuido de Sadek Kalimán le entrega a una de las azafatas del vuelo, una mujer llamada Lucy una cajetilla de fósforos con un mensaje que deberá hacer llegar al comandante del avión. Cuando el piloto se entera de lo que sucede se pone inmediatamente en contacto radial con el aeropuerto de Calcuta, donde se monta un gigantesco operativo policial para capturar al terrorista cuando el avión aterrize. Cuando Lucy regresa a avisarle discretamente a Kalimán que su mensaje ha sido recibido, Sadek se da cuenta por el nerviosismo de la muchacha de que algo anda mal. Kalimán salta sobre él y logra desarmarlo, pero cuando se entera de que la policía lo espera en Calcuta el criminal saca una granada de entre sus ropas y amenaza con hacer estallar al avión si el piloto no accede a cambiar de rumbo y dirigirse a Rangún, en Birmania. Kalimán consigue hacerle soltar la granada, aunque no antes de que Sadek la active. Sabiendo que en pocos segundos el explosivo estallará, Kalimán derrumba a Sadek de un puñetazo y se precipita a una de las salidas de emergencia, la abre y tira la granada al exterior donde ésta estalla sin hacer daño. Sadek, furioso, se lanza sobre Kalimán, pero un grito de Solín hace que Kalimán se haga a un lado en el último instante. Sadek cae entonces al vacío hacia su muerte. Desafortunadamente en su grito Solín utiliza el nombre de Kalimán, y así los miembros de la tripulación del avión se dan cuenta que su salvador no es un turista alemán sino Kalimán, un criminal acerca del cual han sido advertidos. Muy a su pesar el piloto le dice a Kalimán que al llegar a Calcuta no tiene más remedio que entregarlo a las autoridades. Kalimán acepta la decisión del piloto, aunque le advierte que una vez en la ciudad india intentará escapar.

El avión aterriza sin más incidentes en Calcuta, donde un nutrido grupo de policías espera a Kalimán y a sus amigos cuando desembarcan. Kalimán utiliza una pequeña esfera de aluminio que comprara en Bangkok para hacerles creer que lleva una bomba en la mano, y con esa estratagema logra abrirse paso a través del cordón policial hasta la calle. Luego lanza la supuesta bomba sobre los policías, y durante la confusión que se arma escapa corriendo por las calles de la ciudad. Los policías pronto se dan cuenta de que la supuesta bomba es falsa y salen en su persecución. Están a punto de capturarlos cuando un carro se detiene al lado de Kalimán y ofrece llevarlos. Kalimán no está en condiciones de negarse al favor y sube al carro junto con Solín y Nadia. Junto a él descubre a un hombre delgado, de penetrantes ojos verdes y vestido de negro que le ordena a su chofer llevarlos a un barranco. Allí ordena a Kalimán y a sus amigos salir del auto, mismo que poco después su chofer desbarranca. Karma, el hombre de negro, guía a los fugitivos a una camioneta estacionada en las cercanías para continuar su fuga y el carro desbarrancado sirve para despistar a la policía.

Karma lleva a Kalimán, Solín y Nadia a una casona escondida en los barrios bajos de Calcuta. Poco a poco Kalimán se ha dado cuenta de la identidad de su acompañante y descubre que ha cometido un error confiando en él: Karma es un miembro de la secta de los estranguladores de Calcuta, el jefe del terrorista Sadek. Estaba en el aeropuerto esperándolo a él, pero habiéndose enterado de la muerte de su hombre y de la presencia de Kalimán en el vuelo decide intentar convencerlo de que se una a la secta: los estranguladores de Calcuta dicen servir los designios de la diosa Kali, y según Karma Kalimán en su condición de séptimo hombre de la dinastía de la diosa es un aliado natural. El objetivo de la secta es expulsar al hombre occidental de las tierras del Asia, y para lograr ese ojetivo roban, matan y hacen actos de terrorismo. Evidentemente Kalimán no tiene ninguna intención de unirse a ellos, y ante esto Karma envenena a Solín y a Nadia con una sustancia de acción lenta que hace poner en su comida. Según le explica a Kalimán está en poseción de un contraveneno, pero no se lo entregará si Kalimán no asesina antes a un hombre occidental que él le indicará.

Mientras tanto Gary Logan llega a Calcuta luego de enterarse por la prensa de la presencia de Kalimán allí. Se entrevista con el policía que estuvo a cargo del anillo policial del aeropuerto, quien cuando se entera de la peligrosidad de Kalimán accede a ayudarlo a encontrarlo. Esa noche los dos policías se internan por los barrios bajos de Calcuta buscando información y averiguan en un cafetín la localización de la guarida de los estranguladores. Desafortunadamente para ellos también Karma y Kalimán merodean por allí, y Karma decide que Gary Logan es el occidental a quien Kalimán deberá asesinar. Mientras Karma se lanza contra el policía local y lo estrangula, Kalimán ataca a Gary Logan. Sin embargo Kalimán no tiene intenciones de matar al policía, y aunque enreda la delgada cinta de los estranguladores en su cuello le susurra en el oído pidiéndole que se desplome al piso como si estuviera muerto. Mientras Kalimán y Karma se lanzan a la fuga, Logan se recupera y dispara sobre ellos logrando dar muerte a Karma. Kalimán es herido en un brazo pero logra escapar.

Cuando regresa a la vieja casona, Kalimán, ocultando su herida, personifica las facciones y la voz de Karma, y asegurando que Kalimán ha muerto en una batalla con la policía les ordena a los miembros de la secta de los estranguladores que den el contraveneno a Solín y a Nadia. Cuando sus amigos se han recuperado intenta salir con ellos de la casa, pero ellos se resisten pensando que es Karma quien les ordena irse. Kalimán no tiene más alternativa que agarrar a Solín y a Nadia de las manos e intentar arrastrarlos hacia la salida de la casa, pero en el camino se encuentra con un nuevo personaje que le ordena detenerse. Los estranguladores parecen tenerle muchísimo respeto al recién llegado, pero Kalimán habla con él de un modo distinto al que lo haría Karma, y así es descubierto. El hombre resulta llamarse Kazam, y es el jefe máximo de la secta de los estranguladores de Calcuta. Inmediatamente ordena a sus hombres atacar a Kalimán, quien cae sin sentido cuando recibe un fuerte golpe con un garrote.

Mientras tanto el jefe de la policía de Calcuta, un hombre llamado el coronel Das, furioso por el asesinato de su policía y ayudado siempre por el infatigable Gary Logan decide allanar la casa que ahora saben es la guarida de los estranguladores. Acompañados por un grupo de policías tumban la puerta de la casa y entran en tropel, pero allí son recibidos por un Kazam que niega hacer nada malo; los miembros de la secta de los estranguladores se han escondido en pasajes secretos y la policía, sin encontrarlos, no tiene más remedio que retirarse.

Kalimán, Solín y Nadia Liberman son encarcelados en una celda en los sótanos de la parte secreta de la casona. Poco después Kazam se presenta ante ellos, deslumbrando a Kalimán con un potente reflector con el que espera impedir que éste use sus poderes hipnóticos. Mucha es la sorpresa de Kalimán al descubrir que los miembros de la secta de estranguladores se han vestido con casacas y turbantes blancos, es decir con atuendos idénticos al suyo propio. Kazam explica entonces su plan: ordenará que se arrecien los ataques a extranjeros en la ciudad, pero esta vez los asesinos vestirán como Kalimán, quien a partir de entonces será perseguido aún más intensamente por la policía. Luego lo dejará escapar, y será la policía misma quien le dará muerte.

Cuando Kazam se aleja, Kalimán descubre que una parte de la celda está más húmeda que el resto. Deduce que tras ese punto debe encontrarse una vieja tubería de agua, y utilizando la hebilla del cinturón de Solín se da a la tarea de horadar la pared del calabozo. Esta es una labor que le lleva varios días, durante los cuales Solín y Nadia Liberman se debilitan intensamente ya que no se les da de comer ni de beber. Kalimán decide hipnotizarlos para que soporten la sed y el cansancio, aún sabiendo que esto solo es un truco que no salvará sus vidas. Mientras tanto los hombres de Kazam desatan una ola de crímenes por todo Calcuta, siempre dejándose ver por testigos que informan a Das y Logan que el autor de los crímenes es Kalimán.

Eventualmente Kalimán logra alcanzar la tubería, inundar el calabozo y decomponer los reflectores, que se estropean por la acción del agua. En la más completa oscuridad Kazam no puede saber lo que sucede, y cuando manda a sus hombres a investigar Kalimán se lanza sobre ellos y logra escapar de la casona acompañado por sus amigos. Sin embargo no logra llegar lejos porque virtualmente Calcuta entera lo busca creyéndolo un despiadado asesino. Gary Logan y el coronel Das eventualmente encuentran a los fugitivos, y Kalimán les ordena a Solín y a Nadia escapar hacia los llamados portales de Rasham, un sitio conocido de la ciudad, cuando sobrevenga la confusión que se avecina. Con esto, Kalimán se acerca a Gary Logan fingiéndose vencido, pero cuando está cerca a él hace un pase hipnótico que le hace creer a él y al resto de los policías que Kalimán se ha multiplicado por cincuenta. Los policías empiezan a dispararle a los kalimanes que huyen, y tanto el verdadero Kalimán como sus amigos logran escapar. Las imágenes de los cincuenta kalimanes guían a la policía de nuevo hacia la casona, y Gary Logan no tiene ningún escrúpulo de volver a entrar ahí persiguiendo al fugitivo. Esta vez los estranguladores no han tenido tiempo de esconderse y sobreviene un tiroteo que termina con la captura de los criminales.

También el verdadero Kalimán regresa a la casona esperando capturar a Kazam. Sin embargo tiene mala suerte, y el criminal lo encuentra primero a él y lo ataca por sorpresa utilizando la fina seda que utiliza para estrangular a sus víctimas. Kazam es un maestro en el arte de la estrangulación y está a punto de acabar con Kalimán, pero en ese momento Logan los encuentra y dispara contra el asesino, matándolo. Kalimán se torna hacia Logan, pero éste no está dispuesto a darle ninguna oportunidad de hipnotizarlo o de huir de nuevo, y para sorpresa de Kalimán le dispara al pecho. Kalimán queda muy mal herido, pero aún así alcanza a golpear fuertemente a Logan, quien cae sin sentido. Extremadamente mal herido, Kalimán salta por una ventana y logra escapar de la casa, y con mucho esfuerzo llega a los portales de Rasham donde lo esperan Solín y Nadia. Sin embargo para entonces ha perdido muchísima sangre y cae sin sentido. Esto les causa un shock a Solín y a Nadia, quienes habían sido hipnotizados por él en las celdas de Kazam, y también ellos caen sin sentido.

Después de capturar a la secta de estranguladores, Das y Logan siguen la huella de sangre de Kalimán hasta los portales de Rasham, pero cuando llegan ahí descubren por los rastros en la sangre de Kalimán que los cuerpos de los tres fugitivos han sido cargados en un carruaje y llevados a un sitio desconocido. Muy enfadados por haber perdido el rastro del fugitivo deciden entonces efectuar una requisa casa por casa de los edificios de los alrededores.

Quien salva a Kalimán es una misteriosa mujer vestida de negro llamada Yadira, quien conduce un carruaje acompañada por su ayudante, un gigante negro llamado Karzo. Llevan a Kalimán y a sus amigos, todos inconscientes, a otra casona en las afueras de Calcuta donde la mujer se da a la tarea de extraer las balas del pecho de Kalimán. Cuando termina se ocupa de Solín y de Nadia Liberman, y aunque los libera del dominio hipnótico de Kalimán los pone bajo su propio dominio. Yadira parece saber que el destino del viaje de Kalimán son las tierras del Tíbet, y cuando Karzo le informa que la policía se acerca a la casona en su requisa le ordena montar a Kalimán en su carruaje y salir de la ciudad a través de un sistema de catacumbas. También Solín y Nadia Liberman van con ellos, hipnotizados.

La carroza de Yadira viaja por varios días hacia el norte, hacia las montañas de Rabanat. Una noche se detienen en las ruinas de un monasterio budista abandonado, y cuando Kalimán empieza a dar muestras de volver en sí, Yadira decide despertar de su trance hipnótico a Solín y a Nadia Liberman. Solín va inmediatamente al lado de Kalimán intentando determinar la gravedad de las heridas de su amigo, y mientras el niño está distraído Yadira le muestra a Nadia Liberman un extraño anillo con una piedra verde y empieza a llamarla con un nombre distinto, Harí Tasab. La actitud de Liberman para con ella cambia radicalmente, y las dos mujeres concertan una cita para hablar a solas más tarde esa noche.

Preocupado por la condición de Kalimán, Solín no consigue conciliar el sueño y se da cuenta cuando Yadira se levanta en medio de la noche. Cuando también Nadia Liberman lo hace y se reúne con ella, Solín decide seguirlas, y escuchando su conversación se entera estupefacto no solo de que las dos mujeres son aliadas que siguen las órdenes de la misma persona, un personaje al que llaman el "señor poderoso", sino de que Nadia Liberman asesinó al tabernero de Kahuali meses antes en Hawái. Yadira decide entonces invocar a su "señor poderoso", y un gigantesco lobo aparece y se acerca a ellas. Nadia Liberman es mordida en un brazo por el lobo, y cuando Solín se apresta a ayudarla es descubierto por las dos mujeres, quienes niegan que algo extraño haya sucedido. El lobo desaparece instantáneamente sin dejar rastros. Muy preocupado por lo que ha visto Solín regresa al lado de Kalimán mientras Yadira le ordena a Karzo matar al niño mientras duerme. Sin embargo pocos minutos después Kalimán recupera el conocimiento y Yadira prefiere rescindir la orden y atacar a Solín más tarde.

A la primera oportunidad Solín le relata a Kalimán lo que escuchó, y éste le revela que desde hace tiempo conoce la duplicidad de Liberman. Sin embargo él mismo aún no se cura del todo y prefiere seguirles el juego a las dos mujeres, quienes a fin de cuentas lo llevan en la dirección que él quiere ir, hacia el Tíbet. Continúan el viaje por varios días más, y en la frontera con Nepal tienen que prescindir de la carroza y continuar el viaje a caballo; para entonces Kalimán está lo suficientemente recuperado para hacerlo. Esa noche Kalimán decide entrar en un trance profundo para acelerar su curación, y Yadira y Nadia Liberman aprovechan la situación para volver a invocar a su "señor poderoso". El misterioso lobo vuelve a aparecer e intenta atacar a un Kalimán que no puede salir de su meditación. Solín, vigilando a las dos mujeres se da cuenta de lo que pasa y es él quien termina salvando a Kalimán lanzándole al lobo piedras con su honda. Al otro día Yadira, Nadia y Karzo niegan haber visto un lobo, pero Kalimán sabe que los tres mienten porque descubre huellas del animal alrededor del campamento.

A medida que pasa el tiempo Kalimán se recupera más y más, hasta que finalmente le informa a Solín que ya está curado. Cuando llegan a la frontera de Nepal con el Tíbet una espesa niebla se alza súbitamente ante ellos y parece ocultar su camino. Kalimán descubre que la niebla cubre un abismo, y una risa malévola se escucha en la lejanía. En la distancia Kalimán descubre entonces a un anciano que identifica inmediatamente como un lama tibetano. Estando tan cerca del Tíbet los poderes de Kalimán han aumentado, y con un gesto ordena que el efecto de cualquier hechizo de magia negra que haya sido realizado desaparezca. Con esto la niebla se disipa y Kalimán puede hablar con el lama, quien les muestra un delgado puente de hielo por el que podrán cruzar el profundo abismo "si sus corazones están libres de bajas pasiones". Kalimán y Solín logran cruzar sin problemas, y luego Kalimán se asegura de que Nadia Liberman pueda hacerlo también mirándola fijamente a los ojos y poniéndola en un trance semihipnótico. Por su parte Yadira y Karzo prefieren invocar la ayuda de su "señor poderoso", y esto tiene como consecuencia de que el puente de hielo se deshaga antes de que los dos puedan terminar de cruzar. Kalimán logra agarrar la mano de Yadira y la pone a salvo mientras Karzo se aferra al borde del abismo. Una vez Yadira está a salvo Kalimán le ayuda también a él.

Cuando Kalimán y sus amigos intentan continuar su camino descubren que no saben hacia dónde ir. El lama se presenta de nuevo ante ellos asumiendo la figura de un ciervo, y aunque Karzo intenta darle muerte a lo que considera un animal con el que podrían alimentarse, Kalimán se lo impide. El falso ciervo guía al grupo de caminantes a una caverna donde el lama aparece poco después en su figura humana y les ofrece alimento. Kalimán y él tienen entonces una conversación en la que el lama revela que conoce a Kalimán y sabe perfectamente las razones que lo llevan al Tíbet. Se presenta como Baratú, un enviado del monasterio tibetano de Podang donde un antiguo maestro de Kalimán, otro lama llamado Jaraksala espera ansiosamente la llegada de su antiguo discípulo para pedirle ayuda contra un hombre que ha desatado el terror y la muerte en el Tíbet. Luego, Baratú da muestras de conocer los más íntimos secretos no solo de Solín, sino también de Nadia Liberman (a quien llama por su nombre verdadero, Harí Tasab), Yadira y Karzo.

Al día siguiente los caminantes descubren cerca de la cueva un sendero que evidentemente deben seguir; Baratú parece haberse convertido en un pajarillo que los guía por el sendero. Caminan todo el día, y su guía los lleva a un refugio donde nuevamente les ofrece comida. Esa noche Kalimán descubre el secreto del misterioso lobo que los ha estado persiguiendo: se trata de Karzo, quien aparentemente tiene la facultad de transformarse en animal bajo los conjuros de Yadira. Cuando amanece Baratú ha desaparecido, pero el sendero que los caminantes deben seguir es evidente. El monasterio de Podang se encuentra hacia el norte, y para llegar hasta allí deberán cruzar por la cima de una alta montaña. Cuando llegan allí, el Doctor Muerte causa un terremoto desde la distancia y los caminantes quedan atrapados en lo alto de la montaña. Consciente de que sus amigos morirán de frío al caer la noche, Kalimán decide llevar a cabo un plan desesperado para escapar de allí, y utilizando las capas de sus amigos y raíces que encuentra en la montaña construye dos parapentes a bordo de los que él y sus amigos logran planear hasta el valle, donde pronto encuentran una caverna en la que buscan refugio. Esa noche Kalimán decide intentar hipnotizar tanto a Nadia Liberman como a Yadira para que le revelen por fin sus secretos, pero mucha es su sorpresa al descubrir que es incapaz de hacerlo.

Cuando el Doctor Muerte se entera de que los caminantes han burlado su trampa y se aproximan a Podang decide intentervenir personalmente para impedir que Kalimán obtenga nuevos aliados que seguramente lo ayudarán en su lucha contra él. Con ese objetivo en mente se presenta ante ellos envuelto en un espeso manto negro y cubierto por una capucha que cubre su rostro. Asumiendo la identidad de un caminante proveniente de Podang, les solicita a Kalimán y sus amigos que esa noche compartan su refugio con él. Kalimán accede y esa noche conversa largamente con el falso caminante, quien dice llamarse Tara Zulú y le informa que en el monasterio reina una espantosa epidemia de lepra que terminó con la vida del maestro Jaraksala. Él mismo dice haber sido una víctima de la epidemia, y para probarlo se quita la capucha y revela su rostro horriblemente desfigurado por la enfermedad. Sin embargo Kalimán descubre que Tara Zulú miente, no solo porque sus informes contradicen lo que ya le dijo el lama guía sino porque sus manos no parecen estar afectadas por la lepra. Sospechando que el caminante puede ser su misterioso enemigo, Kalimán decide dejarlo solo con Nadia, Yadira y Karzo esperando que sus acciones junto a ellos lo delaten, y así sale con Solín al exterior de la cueva con la excusa de ir a buscar alimentos.

Cuando Tara Zulú se queda solo con sus aliados revela ante ellos su verdadera identidad y para sorpresa de todos decide terminar con la vida de Yadira, quien resulta ser un cadáver revivido por la poderosa magia negra del personaje varios meses atrás. Kalimán regresa a la cueva en el preciso instante en el que Tara Zulú se propone terminar con el hechizo que mantiene viva a su cómplice y así logra impedirlo, pero en la confusión el Doctor Muerte se convierte en serpiente y se esconde entre las sombras de la cueva. Sabiéndose en peligro de muerte, Yadira decide ponerse de parte de Kalimán y revelarle todos sus secretos, pero antes de que pueda hacerlo Tara Zulú todavía convertido en serpiente sale de su escondite y muerde a la mujer en una pierna. Mientras Yadira muere a los pies de Kalimán y se convierte instantáneamente en el esqueleto que en realidad era, Tara Zulú retorna a su figura humana y protegido por una cortina de fuego se muestra ante Kalimán y sus amigos. Su rostro ya no tiene ningún signo de lepra, y cuando Kalimán da muestras de reconocerlo Tara Zulú confirma sus sospechas: su nombre original es Tansí Barat, un monje tibetano nacido en Podang que estudió allí al mismo tiempo que Kalimán; esta es la razón por la que conoce a Kalimán tan íntimamente. A pesar de eso los dos aprendices nunca fueron amigos, porque Tansí Barat se dedicó de lleno al estudio de la magia negra y en consecuencia terminó siendo expulsado del monasterio. Tansí Barat tomó entonces el nombre de Tara Zulú y continuó sus estudios independientemente, llegando a convertirse en el hechicero tibetano más poderoso que jamás haya existido.

A pesar de haber logrado sorprender a Kalimán, Tara Zulú no tiene intenciones de enfrentarse todavía a su enemigo y decide escapar, aunque no sin antes terminar con el hechizo que da a Karzo su figura humana. Cuando el misterioso personaje ha salido de la cueva acompañado por el gigantesco lobo y rodeado por una impenetrable cortina de fuego Kalimán se torna hacia Nadia Liberman y descubre que la muchacha sobrevivió ilesa el encuentro. Cuando Liberman le pregunta si sospecha de ella, Kalimán le responde con una negativa, y al otro día los tres viajeros continúan su viaje hacia Podang. A medida que se acercan al monasterio la muchacha se ve más y más nerviosa, hasta que esa noche al oir las trompetas del monasterio cae sin sentido. Después de examinarla Kalimán descubre que el sonido de las trompetas de Podang ha afectado a la muchacha porque lleva el influjo de un espíritu malévolo dentro de sí. Baratú vuelve a aparecerse ante ellos y les informa que empeñarse en llevar a Nadia Liberman consigo causará que les sea mucho más difícil llegar a Podang. Kalimán sin embargo no está dispuesto a dejar morir a la muchacha expuesta a la intemperie y así la lleva en brazos por los difíciles caminos.

Ya cerca a Podang, Kalimán y Solín se encuentran con una mujer llamada Yarú que dice ser una aldeana del lugar y les ofrece alimento. Kalimán empieza a sospechar de ella cuando descubre la calidad de los manjares que les está ofreciendo, comidas que no son en absoluto típicas del Tíbet y a las que la mujer no debería tener acceso. Con esto insiste en revisarle las manos a Yarú más detenidamente, y así descubre que la mujer es como Karzo un animal al que el Doctor Muerte dio semblanza humana. Viéndose descubierta, Yarú retorna a su figura original, un hermoso pájaro blanco, y vuela al lado de su amo.

Después de varias aventuras más, Kalimán y Solín llegan por fin a Podang. A la entrada del monasterio una serie de veladores de los muertos salen a su paso e insisten en hacerse cargo del cuerpo de Nadia Liberman, quien cada vez se sume más en una profunda inconciencia y a quien no le será permitido entrar en el monasterio. Kalimán acepta el ofrecimiento y les entrega el cuerpo de la muchacha, y ellos lo llevan a un recinto especial. Luego, Kalimán y Solín tienen por fin la oportunidad de descansar y comer mientras se preparan para entrevistarse con el abad mayor de Podang, el maestro lama Jaraksala.

Mientras tanto, en el exterior del monasterio el lama Baratú se percata de que un grupo de agresores intenta atacar al monasterio; corre hacia la puerta para dar la voz de alarma pero es alcanzado por una flecha en llamas que se clava en su espalda. Infinidad de flechas incendiarias se abaten sobre el monasterio y Baratú, gravemente herido, se pone en contacto telepático con Kalimán y le advierte de lo que sucede. Cuando Kalimán sale al exterior y descubre el peligro hace sonar una gigantesca campana de bronce que despierta a los monjes. Kalimán los organiza y ayudado por ellos lucha contra las llamas, pero muchos lamas pierden la vida durante el ataque. Cuando Jaraksala se percata de lo que sucede sale al exterior y conjura un viento poderoso que desvía las flechas de los agresores e impide que caigan sobre el monasterio. Kalimán, oteando hacia el horizonte, descubre que los atacantes son un grupo de guerreros mongoles liderados por el Doctor Muerte en persona, quien al darse cuenta de que su ataque ha fracasado decide escapar. Kalimán encuentra poco después a Baratú moribundo, quien le entrega un anillo que dice es mágico y le ayudará a encontrar su camino por las tierras del Tíbet. Luego, el anciano muere en los brazos de Kalimán.

Los ritos funerales de los monjes muertos durante el ataque toman algún tiempo, pero eventualmente la ansiada entrevista de Kalimán con Jaraksala tiene lugar. Durante ella, Jaraksala le confirma a Kalimán la identidad del Doctor Muerte y le revela las razones de sus ataques: Tara Zulú ambiciona convertirse en el nuevo Dalai Lama, regente supremo del Tíbet. Sin embargo según una antigua profecía solo podrá hacerlo si se apodera del corazón y los ojos de Kali, lo que él interpreta como el corazón y los ojos de Kalimán; de ahí su complicado plan para atraer a su enemigo al Tíbet evitando permitir que muriera en el camino. Según Jaraksala a Kalimán solo le quedan dos alternativas de acción: escapar del Tíbet e impedir que alguna vez Tara Zulú se apodere de su cuerpo, o enfrentarlo y vencerlo, algo que el lama advierte va a ser extremadamente difícil ya que Tara Zulú posee el Tercer Ojo, grado máximo de sabiduría en el Tíbet, y en consecuencia es extremadamente poderoso. Kalimán termina su entrevista con Jaraksala prometiendo que meditará acerca de sus dos alternativas de acción.

Utilizando una extraña esfera de cristal Tara Zulú espía la conversación de Kalimán con Jaraksala a distancia, y conociendo el dilema de Kalimán decide intentar forzar su decisión. Para esto ordena a su lugarteniente, un feroz guerrero mongol llamado Yangtsé, que ataque con sus hombres un monasterio cercano, el monasterio de Chakpori. Con esto le quiere enviar un mensaje a Kalimán: si decide huir, la consecuencia será que el Tíbet será arrasado por sus hordas guerreras. El ataque a Chakpori se lleva a cabo como previsto y centenares de monjes lamas son asesinados a sangre fría por las hordas mongoles comandadas por Yangtsé. Al otro día la noticia de la masacre llega a Podang y el Doctor Muerte tiene éxito en su plan: Kalimán decide enfrentarlo, aún sabiendo que si no tiene éxito en su intento el Tíbet entero está destinado a caer bajo el yugo del Doctor Muerte.

Cuando es informado de la decisión de Kalimán, Jaraksala pone en marcha un plan que había fraguado meses antes y le ofrece a Kalimán la posibilidad de convertirse también él en Tercer Ojo, con lo que quedará en igualdad de condiciones con Tara Zulú. Kalimán acepta el ofrecimiento, y días más tarde se lleva a cabo la misteriosa operación en la que Jaraksala y un médico del monasterio horadan un agujero en la frente de Kalimán, proporcionándole el grado máximo de sabiduría al que se puede aspirar en el Tíbet.

Después de la operación Kalimán debe sumirse en una meditación profunda por tres días antes de poder activar el poder del Tercer Ojo, y Tara Zulú, quien ha vigilado todo lo que sucede desde la distancia, decide atacarlo en ese momento de debilidad. Hace un experimento de desprendimiento corporal, y en espíritu se presenta en Podang y causa un fuerte vendaval dentro del monasterio. Jaraksala reacciona haciendo sonar un gong mágico que ahuyenta los malos espíritus, y Tara Zulú no tiene más remedio que regresar a su propio cuerpo. Jaraksala se pone entonces en contacto telepático con Kalimán y lo insta a perseguir la escencia de Tara Zulú para así enterarse del sitio donde el hechicero está escondido. Kalimán accede y efectúa también un experimento de desprendimiento corporal, consiguiendo perseguir a Tara Zulú hasta su escondite en las montañas de Chakpori y localizando así su refugio. Sin embargo con esto hace exactamente lo que quería el Doctor Muerte; su ataque a Podang fue premeditado para lograr que el espíritu de Kalimán lo persiguiera para hacerlo caer en una trampa mortal: en su cueva de Chakpori Tara Zulú tiene una piedra bura, y bajo su influjo el espíritu de Kalimán queda atrapado y no puede regresar a su cuerpo, lo que inevitablemente causará su muerte.

Cuando pasa el tiempo y Jaraksala en Podang se percata de que el espíritu de Kalimán no regresa decide intervenir él mismo e investigar lo que sucede. Entra en trance y efectúa otro experimento de desprendimiento corporal, logrando perseguir los efluvios de sus dos antiguos discípulos hasta la guarida de Chakpori. Jaraksala tiene un cumpleaños distinto al de Kalimán, y por esa razón la piedra bura no tiene influencia sobre él. Con su asombroso poder mental el anciano causa un vendaval en el refugio de Tara Zulú, dirigiendo su fuerza mental especialmente hacia una gran roca encima de la piedra bura. La fuerza mental de Jaraksala logra hacer caer la roca, que cae sobre la piedra bura y la pulveriza antes de que Tara Zulú pueda reaccionar. Con esto Kalimán queda libre, y maestro y discípulo logran regresar a sus respectivos cuerpos en Podang.

Los dos días siguientes transcurren sin incidentes, y al tercer día Kalimán despierta de su meditación ya dotado del poder del Tercer Ojo. Decide lanzarse inmediatamente en persecución del Doctor Muerte, y luego de cerciorarse de que no le será posible liberar a Nadia Liberman del dominio del personaje en el poco tiempo de que dispone decide dejar a la muchacha aún inconsciente a cargo de su maestro Jaraksala. Luego, él y Solín se alejan rumbo a Chakpori.

El Doctor Muerte decide hacerlos caer en una trampa y para eso envía a Kanguishú, el mejor guerrero de las huestes de Yangtsé a enfrentar a su enemigo. Kalimán vence al guerrero mongol fácilmente, primero envolviéndolo en una nube de polvo que logra mover ayudado por el Tercer Ojo, y luego enfrentándose a él en un combate mano a mano. Kanguishú sin embargo logra escapar y sabiéndose perseguido guía a Kalimán y Solín hacia un barranco. Logra encabritar sus caballos, y Kalimán y Solín caen a un sitio con zarzales sobrenaturalmente espinosos que ya han causado la muerte de muchos caminantes. Kalimán logra escapar prendiendo fuego a los zarzales, y cuando Kanguishú descubre lo que sucede, en vez de atacarlo decide ir a informar al Doctor Muerte. Éste sin embargo lo acusa de ineptitud y le clava un puñal en la garganta.

Tara Zulú decide entonces enviar a otro de sus agentes a acabar con Kalimán, esta vez una peligrosa serpiente cobra a la que transforma en una hermosa mujer llamada Coral. Kalimán y Solín la encuentran al día siguiente aprisionada por grilletes cerca del camino que transitan, y cuando Kalimán la libera ella asegura que las huestes de Tara Zulú la atacaron a ella y a su marido asesinándolo a él. Teniendo Kalimán el poder del Tercer Ojo, el único sitio donde Coral podría clavar sus colmillos venenosos para matarlo es en sus labios, y así hace todo lo que está en su poder para lograr que Kalimán quiera besarla. Solín, aburrido, decide mientras tanto fabricar una flauta de bambú como las que utilizaba en El Cairo para encantar serpientes, y cuando la hace sonar Coral pierde todo el control sobre sí misma. Con esto Solín salva involuntariamente la vida de Kalimán y Coral recupera su forma animal. Kalimán la deja escapar ordenándole que dé aviso a Tara Zulú de que él se mantiene vivo.

Más tarde ese día Kalimán y Solín llegan al monasterio de Chakpori, el sitio donde las huestes mongoles de Yangtsé hicieran una masacre días antes. Descubren además a un grupo de hombres que se acercan, y Kalimán los identifica como lamas enviados por el Dalai Lama desde el monasterio de Potala, en Lhasa, para cremar a los muertos de Chakpori e intentar repoblar el monasterio. Sin embargo cuando está frente a ellos Kalimán percibe en sus cuerpos un aura de violencia y muerte, y así decide mantenerlos vigilados. Cuando entran a Chakpori junto a los lamas Kalimán y Solín descubren horrorizados los cientos de cadáveres de monjes asesinados, y el grupo de lamas, en realidad un grupo de guerreros mongoles comandados por Yangtsé en persona y por otro comandante mongol llamado Kianse se escabulle hacia el interior del monasterio buscando el cadáver del abad mayor del monasterio. Cuando lo encuentran extraen de sus ropajes una llave, pero en ese momento son descubiertos por Kalimán. Yangtsé ordena entonces al resto de sus hombres atacarlo, y Kalimán, sorprendido, pierde el sentido bajo sus golpes.

Kalimán y Solín son hechos prisioneros, y los guerreros mongoles revelan que están allí para robar los tesoros de Chakpori de un recinto cuya llave robaron del cadáver del abad mayor. Kalimán les advierte que si lo intentan sus vidas están en peligro, pero Yangtsé no le hace caso y ordena a Kianse introducirse al lugar y robar los tesoros que encuentre allí. Cuando Kianse abre la puerta es atacado por cientos de gatos furiosos que lo hieren de gravedad, y aunque alcanza a regresar a la entrada del recinto muere convertido en una masa sanguinolenta a los pies de Kalimán y Yangtsé.

El jefe mongol decide entonces obligar a Kalimán a entrar al recinto y traerle los tesoros, asumiendo que los gatos respetarán su vida por tener el poder del Tercer Ojo. Kalimán se niega de plano, y Yangtsé responde colgándolos a él y a Solín de las manos en el patio central del monasterio para torturarlos. Kalimán se niega a cooperar con Yangtsé aún después de que éste lo azota con un látigo de puntas metálicas, y cuando el mongol se da cuenta que así no logrará nada decide empezar a atormentar a Solín. Kalimán, furioso, reacciona hipnotizándolo a él y al resto de sus guerreros, primero haciéndoles creer que su látigo cobra vida y se aleja de sus manos y luego simulando que todos los lamas asesinados de Chakpori recobran la vida y se disponen a atacarlos. Aterrorizados, los guerreros mongoles escapan despavoridos dejando a Kalimán y a Solín colgados de los brazos en el centro del patio principal del monasterio.

Un grupo de monjes de Chakpori resulta haber sobrevivido el ataque de las hordas mongolas refugiándose en las catacumbas del monasterio, y cuando Yangtsé y sus hombres se alejan deciden salir de sus escondites y liberar a Kalimán. Están liderados por un anciano lama llamado Losán, quien pide consejo a Kalimán acerca de qué hacer ahora que el monasterio ha sido destruido. Kalimán se ofrece a leer lo que dice al respecto el kanyú, el libro sagrado tibetano, y para encontrarlo decide entrar al recinto central del monasterio y buscar el libro allí. Los gatos efectivamente respetan su vida por ser poseedor del Tercer Ojo, y en medio de fabulosos tesoros Kalimán encuentra el libro sagrado que dice que la decisión de repoblar el monasterio debe caer sobre el Dalai Lama. Kalimán decide entonces enviar un mensaje al Potala, el monasterio-residencia del Dalai Lama, informándolo de la masacre en Chakpori y pidiéndole el envío de más lamas para repoblar el monasterio.

Tara Zulú decide mientras tanto despertar a Nadia Liberman y utilizarla contra Kalimán, y para hacerlo hace un experimento de desdoblamiento corporal y en espíritu se acerca a Podang. Jaraksala percibe su presencia y corre al sitio donde yace la muchacha para impedir su fuga. Cuando llega allí tiene que enfrentarse al poderío del espíritu de Tara Zulú, pero mientras está distraído Nadia Liberman recobra el conocimiento, agarra a Jaraksala de la garganta y lo desnuca. Jaraksala cae muerto a sus pies, y Nadia Liberman huye en busca de su amo dejando atrás a Yulye, un discípulo de Jaraksala, llorando la muerte de su maestro.

Cuando Nadia Liberman llega al lado de Tara Zulú este decide cambiar su apariencia y conviertirla en una mujer muy bella pero de razgos tibetanos a quien da el nombre de Zarda; en su nueva identidad Liberman deberá pedir ayuda a Kalimán y llevarlo al poblado de U-Tsang con la excusa de que sabe donde se esconde el Doctor Muerte para allí hacerlo caer en una trampa. Al otro día Liberman llega al monasterio de Chakpori y pide a Losán entrevistarse con Kalimán. A pesar de que éste la hipnotiza para comprobar que no le está mintiendo, Zarda, preparada a la perfección por Tara Zulú, logra engañar a Kalimán y se convierte en su compañera de viaje. Acompañado por ella, Kalimán y Solín dejan Chakpori.

En Podang Yulye decide enviar una paloma mensajera a Chakpori informando de la muerte de Jaraksala y la fuga de Nadia Liberman. Para cuando Losán recibe el mensaje ya Kalimán está muy lejos, así que el anciano monje decide enviar a otro sobreviviente de la masacre, un joven chela llamado Yaso en su busca. Utilizando su esfera de cristal el Doctor Muerte descubre a Yaso que va a todo galope tras la pista de Kalimán, y curioso por lo que pueda querer decide hurgar en su mente telepáticamente y a distancia. Así se entera del objetivo del joven y decide asesinarlo antes de que se encuentre con Kalimán. Yaso logra llegar muy cerca de donde está Kalimán, pero antes de que pueda entregar su mensaje es alcanzado por una flecha disparada por el Doctor Muerte y dirigida por telekinesis. Kalimán se acerca a él y se entera de que Jaraksala ha muerto, pero en cuanto a Nadia Liberman Yaso solo alcanza a decir "la mujer miente" antes de morir. Kalimán no comprende este mensaje críptico.

En su identidad de Zarda, Nadia Liberman guía a Kalimán y Solín a U-Tsang, un poblado anteriormente próspero pero ahora desolado por los ataques del Doctor Muerte. Las condiciones climáticas del lugar son bastante extrañas: durante el día siempre hay una espesa niebla que se disipa durante la noche. En el centro del poblado Kalimán y Solín descubren las ruinas de un monasterio destruido, y cuando la espesa niebla se cierne sobre ellos deciden esperar la caída de la noche para iniciar su búsqueda de Tara Zulú. Solín encuentra una antigua trompeta tibetana semienterrada en la nieve de los alrededores del monasterio.

Mientras Kalimán y sus amigos esperan la caída de la noche, Tara Zulú utiliza sus fantásticos poderes para convertir la humedad del aire en gigantescas paredes de hielo que se ciernen alrededor de sus enemigos. La espesa niebla ayuda a sus planes, y Kalimán no se da cuenta de lo que sucede hasta que ya es demasiado tarde. Cuando ya están atrapados, Tara Zulú revela sus planes: esperará pacientemente a que Kalimán y sus amigos mueran de hambre y frío atrapados por murallas de hielo de cien metros de altura, y luego recogerá sus cadáveres. Kalimán sin embargo no está dispuesto a dejarse vencer, y utilizando la trompeta que encontrara Solín causa un sonido de tal intensidad que que termina por derrumbar las murallas. Tara Zulú hace entonces otro acto de magia, y los pedazos de hielo de la muralla cobran vida y ensamblan espantosos Hombres de Hielo que se lanzan contra Kalimán y sus amigos. Kalimán lucha ferozmente contra ellos, pero cuando logra destruir a algún hombre de hielo con sus puños, los pedazos vuelven a ensamblarse y forman otro. Esta pelea desigual no dura mucho tiempo, y Kalimán y sus amigos terminan siendo hechos prisioneros.

Los hombres de hielo llevan a Kalimán a las grutas del monte Chakpori, el refugio de Tara Zulú, y allí el Doctor Muerte congela a Kalimán, Solín y Zarda en gigantescos bloques de hielo adosados a las paredes de una gruta. Horas después Kalimán recupera el conocimiento, y aunque logra hablar no puede mover un solo músculo. Descubre a Solín y a Zarda frente a él, y para ver si están vivos intenta ponerse en contacto telepático con ellos. El experimento da resultado, pero Solín y Zarda están extremadamente debilitados y con muy poco oxígeno dentro de sus respectivas prisiones de hielo.

Tara Zulú se presenta entonces ante su enemigo acompañado del guerrero Yangtsé. Está eufórico por su victoria, y cuando Yangtsé recomienda fervientemente matar a Kalimán ahí mismo Tara Zulú comete el mayor error de su vida: decide probarle a Kalimán que su mente es superior y entabla con él una lucha de mentes que terminará con uno o el otro siendo hipnotizado por su enemigo. Kalimán se impone en esta lucha, pero cuando Yangtsé descubre que su amo está siendo vencido asesta un fuerte golpe con la culata de su espada contra Kalimán, quien pierde el sentido. Tara Zulú, furioso y fatigado, decide humillar a Kalimán e impide que Yangtsé lo asesine, ante la frustración del guerrero mongol. Cuando despierta minutos después Kalimán sonríe dentro de su prisión de hielo porque ya sabe que tiene el poder suficiente para derrotar al Doctor Muerte.

Por medio del poder mental, Kalimán eleva la temperatura de su cuerpo y logra romper su prisión de hielo, y luego libera a Solín y a Zarda. Cuando intentan salir descubren que están en lo más profundo de un sistema de grutas congeladas y cubiertas por espesas capas de hielo, y que Tara Zulú ha apostado a sus hombres de hielo como vigilantes. Kalimán se pregunta acerca de la fuente del hielo que cubre la gruta, y así descubre que están en una zona volcánica y que existen fumarolas de vapor. En ese momento el anillo de Baratú empieza a refulgir y guía a Kalimán a una de esas fumarolas. Kalimán rompe la capa de hielo que la cubre, y un potente chorro de vapor caliente empieza a inundar la cueva en el preciso momento en el que Tara Zulú cambia de opinión y decide no esperar más para asesinar a su enemigo. El aire caliente oculta a Kalimán y sus amigos, quienes logran salir de la cueva sin problemas mientras los hombres de hielo se derriten y se convierten en charcos de agua.

Cuando salen de la cueva los fugitivos descubren que es noche avanzada. Solín y Zarda están muy debilitados y no logran llegar muy lejos, así que Kalimán decide esconderse en lo alto de un promontorio relativamente aislado. Mientras sus amigos descansan Kalimán intenta deducir cual de la infinidad de cuevas que cubren el monte Chakpori constituye la guarida de su enemigo. Tara Zulú mientras tanto está lívido de furia ante la fuga de su enemigo. Por medio de su esfera mágica localiza a sus enemigos fácilmente, y luego ordena a Yangtsé movilizar a sus hordas mongolas y lanzarlas contra un solo hombre: Kalimán, a quien esta vez sí deberan matar. El avance de las hordas mongolas hacia el promontorio donde él se esconde no parece preocupar a Kalimán, quien continúa observando las grutas de Chakpori y termina decidiendo cuál cree que es la que da refugio a Tara Zulú. Cuando los ejércitos mongoles rodean el promontorio y empiezan a avanzar amanece, y como es normal en U-Tsang una espesa capa de niebla cubre el lugar y oculta a Kalimán y a sus amigos, quienes aprovechan para escabullirse entre las tropas mongolas sin ser vistos.

Llegan así, entre la niebla, a la cueva que había escogido Kalimán, que aunque es la correcta está protegida por más creaturas mágicas del Doctor Muerte. Éste vigila en su esfera luminosa y descubre a Kalimán cuando entra a su refugio, y conociendo infinidad de salidas por los laberintos que constituyen su refugio causa un derrumbe en la entrada que Kalimán y sus amigos utilizaron; con ésto ellos no tienen más alternativa que seguir hacia adelante. Kalimán, Solín y Zarda pasan muchas horas deambulando por el sistema de cuevas sin encontrar nada. Cuando Solín y Zarda exhaustos se sientan a descansar, Kalimán decide buscar material para encender una hoguera, y mientras está ausente misteriosos hombres de arcilla surgen de las paredes fangosas de la cueva y se apoderan de ellos sin que puedan evitarlo. Poco después Kalimán sufre la misma suerte, y como sus amigos es transportado a través de paredes de fango que se mantienen de pie por medios sobrenaturales. Los hombres de arcilla llevan a Kalimán y a sus amigos a una cueva especial y los dejan allí, solos. El fango que cubre sus cuerpos se endurece, y así los tres quedan atrapados en extrañas prisiones de barro que no los dejan moverse. Kalimán descubre una fisura en la gruta por donde entra aire del exterior, esta es la razón por la que los hombres de arcilla no pueden estar mucho tiempo en esa cueva en particular. Decide entonces escapar, y por la acción de sus músculos destruye la prisión de barro que lo aprisiona y libera a sus amigos. Luego agranda la fisura de la roca, y cuando los hombres de barro vienen a impedir su fuga, sus cuerpos se endurecen. Kalimán, Solín y Zarda salen por la fisura, que ahora es una gran grieta, hacia el exterior, donde empieza a anochecer.

Con la llegada de la noche la niebla que cubría a Kalimán y sus amigos se disipa, y pronto son descubiertos por los centerares de guerreros mongoles que ahora sí se lanzan sobre ellos. Kalimán no está dispuesto a dejarse atrapar, y con un grito poderoso causa una gigantesca avalancha que destruye las huestes mongoles incluyendo a su líder, el malvado Yangtsé.

Kalimán no tarda mucho en encontrar a Tara Zulú, quien ha decidido mostrarse a la entrada de su refugio. Kalimán y Solín trepan por la montaña hasta llegar frente a él, y Kalimán intenta convencer a su enemigo de que olvide sus ansias de poder para así no tener que matarlo. Tara Zulú se ríe en su cara y saca de entre sus ropas una piedra bura. Como en otras ocasiones la piedra bura disminuye grandemente los poderes de Kalimán, pero al ser Kalimán ahora poseedor del Tercer Ojo ya no cae bajo el dominio mental completo de su enemigo. A pesar de eso, Tara Zulú está a punto de vencer a Kalimán cuando Solín interviene, y utilizando su honda lanza una roca que golpea la mano de Tara Zulú y lo hace soltar la piedra bura, que cae por el abismo que existe a sus pies. Tara Zulú, furioso, se lanza contra Solín intentando matarlo, pero Kalimán recupera sus fuerzas y ataca a su enemigo. Tara Zulú pronto se da cuenta que en lucha mano-a-mano sus fuerzas son inferiores a las de Kalimán, y en un momento en el que Kalimán es forzado a soltarlo intenta regresar a su laberinto de cuevas para esconderse ahí. Kalimán hace uso de sus poderes de retroalimentación y hace que unrayo caiga sobre la entrada a la cueva de Tara Zulú causando un derrumbe e impidiéndole al hechicero regresar a su guarida. El Doctor Muerte decide entonces saltar al abismo, y a media caída sus ropajes se convierten en alas que le ayudan a planear hasta el fondo. Kalimán sin embargo no está dispuesto a dejarlo escapar, y haciendo un truco parecido cae cerca de su enemigo y se lanza contra él. La lucha ahora es corta y Kalimán vence por fin a su enemigo. Sin embargo cuando Tara Zulú está a punto de desfallecer, un disparo suena en la distancia y una bala roza el cráneo de Kalimán, quien cae a los pies de Tara Zulú con el cráneo ensangrentado. Solín, Zarda y el mismo Tara Zulú miran estupefactos, pues no se explican qué puede haber sucedido.

Tara Zulú pronto descubre a la persona que disparó: el inspector de policía estadounidense Gary Logan, quien ha llegado a Chakpori acompañado de Yace, un guía que contrató en Podang. Logan y Yace bajan hasta el valle mientras Solín intenta revivir a Kalimán. Tara Zulú mientras tanto los mira burlón, y cuando Logan está junto a él le relata una historia falsa en la que asegura que Kalimán quería matarlo sin motivo alguno. Para entonces ha amanecido y las nieblas vuelven a cubrir el paraje. Tara Zulú y Logan atan a Kalimán y a Solín a gruesos postes clavados en la tierra, y cuando Logan afirma que va a llevar a Kalimán de vuelta a los Estados Unidos, Tara Zulú asiente, pero dice que tendrá que esperar la caída de la noche o se perderá entre la niebla.

Kalimán recupera el conocimiento e intenta hacer entrar en razón a Logan explicándole todo lo sucedido desde el inicio de la aventura, incluyendo el hecho de que Tara Zulú, la persona que tiene en frente, es la razón por la que recorrió medio mundo huyendo de él. Logan no le cree en absoluto. Mientras tanto, Tara Zulú se acerca a Zarda y la aleja discretamente del lugar, escondiéndola en una cueva y poniendo su mente en blanco para que Kalimán no pueda localizarla. Yace, el guía tibetano de Logan, sigue a Tara Zulú oculto por la niebla y escucha un monólogo de Tara Zulú en el que le explica a Zarda que ninguno de los cuatro visitantes (Kalimán, Solín, Logan y Yace) saldrán vivos del lugar. Asustado por su descubrimiento Yace regresa donde está Logan y lo informa de lo que oyó, diciéndole además que Tara Zulú es un hechicero y que Kalimán tiene el Tercer Ojo, una señal que lo hace una persona muy respetada en el Tíbet.

Yace está dispuesto a liberar a Kalimán a la primera oportunidad, pero Tara Zulú lee sus pensamientos y lo asesina destrozándole la garganta. Cuando Logan se percata, Tara Zulú le dice que hay lobos en los alrededores, y mientras hace esto lo hipnotiza. Logan cree entonces que cena un asado de cordero y que lobos han llegado al paraje atraídos por el aroma de la comida. Tara Zulú lo convence de que dispare contra ellos, y así Logan gasta todas sus municiones. En realidad ni el cordero ni los lobos existen. Una vez Logan ha gastado sus municiones Kalimán le explica lo que ha sucedido y le hace ver que por un lado no tiene ya munición ni guía y está a merced del Doctor Muerte, y por otro que los restos de la fogata o los cadáveres de los lobos no están donde deberían estar. Logan por fin se convence de que algo extraño sucede y muy a su pesar se decide a liberar a Kalimán, pero en ese momento Tara Zulú regresa y lo somete a su dominio hipnótico quitándole la facultad de moverse.

Tara Zulú se mantiene alejado de Kalimán porque no quiere entablar con él una lucha mental, y así decide no intentar asesinarlo él directamente sino utilizar para ello a Nadia Liberman, a quien devuelve su aspecto original ante la mirada atónita de Kalimán, Solín y especialmente Gary Logan. El control que Tara Zulú posee sobre ella es absoluto, y como le ordena vaciar su mente de todo pensamiento, Kalimán no tiene manera de hipnotizarla. Tara Zulú le ordena a su esclava que le saque el corazón a Kalimán con una daga de plata, pero aunque la muchacha amaga con hacerlo, al final rasga las cuerdas mágicas que atan a Kalimán en lugar de asesinarlo. Kalimán, libre, explica lo sucedido: Tara Zulú olvidó una de las reglas principales de la hipnosis: no se puede ordenar a nadie que esté hipnotizado cometer un asesinato.

Kalimán y Tara Zulú inician entonces un duelo titánico. Inicialmente intentan hipnotizarse el uno a otro, y Kalimán termina por imponerse a su rival. Tara Zulú sin embargo no está dispuesto a dejarse vencer, así que con su magia forma una barrera de fuego a su alrededor para intentar escapar. Kalimán no se lo permite, y utilizando el poder del Tercer Ojo produce una ráfaga de viento que apaga el fuego de Tara Zulú, quien decide entonces transformarse y adquiere la forma de una pantera que salta sobre Kalimán. Sobrevienen entonces una serie de transformaciones de ambos contendientes en tigre y águila por parte de Kalimán, y pantera, boa, cóndor y halcón por parte de Tara Zulú. Kalimán logra vencer en la lucha, así que Tara Zulú decide escapar convertido en el animal más veloz que conoce, un halcón. Kalimán no lo persigue, sino que recupera su forma humana y camina al sitio donde yacen los cadáveres de los guerreros mongoles muertos por la avalancha. Allí recoge un arco y flechas, y dispara una flecha al halcón que se aleja. Por medio de su poder mental Kalimán dirige la flecha que disparó, y así ésta se clava en el corazón de Tara Zulú quien cae del cielo herido de muerte.

Mientras Gary Logan recupera su capacidad de movimiento, Kalimán libera a Solín y los tres se dirigen al sitio donde Tara Zulú, ahora en su forma humana, yace moribundo. Las palabras que el hechicero dice terminan de convencer a Logan de que Kalimán siempre dijo la verdad, y jurando venganza, Tara Zulú muere. En ese momento Nadia Liberman lanza un grito desgarrador, y cuando Kalimán se acerca a examinarla descubre que el espíritu de Tara Zulú ha conseguido introducirse en ella.

Kalimán entierra el cuerpo de Tara Zulú y luego inicia con Solín, Gary Logan y Nadia Liberman el camino de vuelta hacia el monasterio de Chakpori. Liberman asegura que constantemente escucha voces en su cabeza que la instan a matar, así que Logan y Solín la vigilan constantemente. Cuando el grupo pasa cerca a un desfiladero, Liberman se acerca a Kalimán con su daga en la mano y parece querer matarlo. Sin embargo Kalimán insta a la muchacha a que ignore las voces que escucha en su cabeza, y Nadia eventualmente deja caer la daga al suelo. Humo negro sale del cuerpo de la muchacha, y en el aire se escucha la voz de Tara Zulú que asegura que algún día regresará a cobrar venganza. Luego, el humo se desvanece en el aire.

Cuando llegan a Chakpori, Kalimán se encuentra con un enviado del Dalai Lama que lo informa de que "el más recóndito" está enterado de sus acciones y le agradece profundamente. Como símbolo de su amistad, el Dalai Lama le entrega a Kalimán una flor de loto com pétalos de marfil. Logan informa que llevará noticia a los Estados Unidos de la inocencia de Kalimán, y que él mismo se encargará de que todos los cargos contra él sean levantados. Nadia Liberman, ahora libre de la influencia de Tara Zulú, prefiere quedarse en el Tíbet e ingresar a un monasterio donde piensa buscar tranquilidad.

NÚMERO DE EPISODIOS[]

176

BITÁCORA[]

Los episodios de las radionovelas de Kalimán no fueron numerados originalmente. Si te interesa saber el número de un episodio en particular de la radionovela, puedes comparar la primera frase del episodio que te interesa con la bitácora que reproducimos aquí.

CREADORES[]

  • Original de
    • Rafael Cutberto Navarro Huerta
    • Modesto Vázquez González
  • Libreto
    • Héctor González Dueñas (Víctor Fox)
  • Tornamesa
    • Juan Gerardo Moreno
  • Consola
    • José Antonio Macías
  • Efectos Físicos
    • Guillermo Rodríguez
  • Realización
    • Grabadora México
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