Kaliman, el hombre increible
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20 EL ASESINO INVISIBLE

PERSONAJES[]

LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA[]

  • Budapest, Hungría
  • la campiña húngara

ARGUMENTO[]

Kalimán y Solín llegan Budapest, Hungría, con el propósito de visitar a un amigo de Kalimán, un renombrado cardiólogo llamado el Profesor Magyar. En el centro médico donde trabaja Magyar son recibidos por la hija del científico, una chiquilla alegre y vivaracha llamada Erika Magyar que los saluda muy efusivamente, pero cuando llegan al laboratorio de Magyar descubren que la puerta está cerrada con llave y el profesor no responde a sus llamados. Kalimán rompe la puerta para entrar y encuentra a Magyar entre nubes de gas cianuro. Logra salvar su vida, y mientras el profesor se recupera, Erika revela que su padre ha estado teniendo alucinaciones y que alguien ha estado atacándolo, quizá para impedir que siga investigando una serie de robos de cadáveres que han estado ocurriendo en la ciudad.

Erika lleva a su padre y a Kalimán y Solín a su casa en las afueras de Budapest, donde ya más recuperado el profesor le muestra a Kalimán el fruto del trabajo de toda su vida, un corazón artificial que podría salvar muchas vidas, y también una serie de corazones preservados, en especial uno de gran tamaño que Magyar dice perteneció a un vampiro humano. Según el profesor el primer Barón de Kruger, un vampiro humano, fue decapitado diez años atrás, y aunque su cuerpo fue cremado, su corazón se conservó para ser investigado por la ciencia. Sin embargo, según la leyenda un vampiro humano solo muere cuando una estaca de madera atraviesa su corazón, y por esta razón Magyar está convencido de que el espíritu de Kruger lo persigue.

Los robos de cadáveres están siendo llevados a cabo por Laszlo, el sepulturero de uno de los cementerios de Budapest, y por el vigilante de la morgue de uno de los mayores hospitales de la ciudad, un jorobado llamado Gastón; los dos hombres desentierran cadáveres en medio de la noche o los roban de la morgue y los llevan a una sala de refrigeración en los sótanos de una casona en las afueras de la ciudad.

Esa noche, un grito aterrador del Profesor Magyar despierta a Kalimán y a Solín. Cuando acuden a investigar a la habitación del profesor descubren que Magyar ha desaparecido y una botella de píldoras contra los nervios está abierta junto a la cama. Detrás de un estante, Solín descubre la entrada a un pasadizo secreto que lleva a los sótanos de la casa, donde Magyar, muy alterado, habla en voz alta con la figura de un vampiro humano representada en un cuadro. Kalimán confronta a su amigo, y el profesor Magyar, retornando de pronto a sus cabales, le revela que el cuadro representa al Barón de Kruger, el vampiro humano cuyo corazón tiene guardado en su mansión. Luego le muestra un cofre con lo que dice son las cenizas del vampiro humano, pero cuando se dispone a enterrarlas siguiendo un consejo de Kalimán, tropieza y termina esparciendo las cenizas por el sótano de la casa.

Al día siguiente Kalimán se entera por los periódicos del robo de dos cadáveres más del cementerio el día anterior y decide visitar a Magyar en el hospital donde trabaja para preguntarle acerca de sus sospechas en relación a eso, pero Magyar se muestra evasivo, diciendo que no tiene ninguna prueba para acusar a nadie. Los dos ladrones de cadáveres, Gastón y Laszlo, están en ese momento en ese mismo hospital robando dos cadáveres más: Gastón es el vigilante de la morgue, y ayudado por Laszlo saca los cadáveres del depósito, los viste y los coloca en un automóvil como si estuvieran vivos. Kalimán decide visitar la morgue para investigar y poco falta para que descubra a los ladrones, pero estos logran escapar sin ser vistos. Sin embargo Solín, que espera afuera, por poco es arrollado por Laszlo, quien intenta salir del hospital llevando los cadáveres en el asiento delantero de su coche. El chico no cae en cuenta de que los dos extraños personajes que ve junto a Laszlo son en realidad los cadáveres que Kalimán busca.

Habiendo llevado los cadáveres a la casona en los suburbios, Laszlo llama por teléfono al Doctor Herman, otro doctor en el hospital donde trabaja Magyar, para informarlo del robo y reclamarle el pago de sus servicios. Herman apenas tiene tiempo de colgar cuando Magyar irrumpe en su consultorio y le pregunta si ha estado robando cadáveres recientemente, pues en el pasado fue despedido de otro centro médico precisamente por esa razón. Herman niega todo vehementemente, pero Magyar amenaza con denunciarlo a la policía. Esa noche Magyar regresa muy alterado a su casa, y luego de tomar una pastilla para los nervios empieza a escribir una denuncia contra Herman que piensa entregar a la policía. Para cuando Kalimán llega, Magyar está teniendo un ataque de pánico, convencido de que el Barón de Kruger ha decidido rescatar el corazón que Magyar conserva. Inicialmente Kalimán logra calmar a su amigo, pero cuando Erika le da otra pastilla contra los nervios, el pánico de Magyar es tal que sufre un paro cardíaco y muere. Kalimán está seguro de que su amigo fue asesinado, especialmente cuando descubre que sus píldoras no son para los nervios sino un potente alucinógeno.

Herman pronto recibe la noticia de la muerte de su colega, e inmediatamente se pone en contacto con Gastón y Laszlo y les ordena apoderarse del cadáver de Magyar de la manera que él les indica. Un par de días después, mientras el profesor está siendo enterrado en el cementerio, Herman entra a la casa de su colega y le prende fuego. La casa de Magyar está lo suficientemente cerca del cementerio para que en la conmoción los asistentes al funeral corran hacia la casa dejando el ataúd de Magyar abandonado, y ese es el momento que Gastón y Laszlo utilizan para sacar el cadáver del profesor y reemplazarlo por piedras. La casa de Magyar arde completamente, incluyendo el corazón artificial de Magyar, el corazón del vampiro humano y la denuncia que Magyar le escribiera a la policía. Eventualmente Kalimán y Erika regresan al cementerio a terminar con el entierro, pero Kalimán decide abrir el ataúd y descubre que el cadáver de su amigo ha desaparecido. Para cuando la policía acude a investigar, el Doctor Herman también ha llegado al cementerio, y cuando Kalimán descubre restos de hollín en su traje empieza a sospechar de él. Eventualmente Herman regresa a la casona donde guarda los cadáveres robados y allí se encuentra con Gastón y Lazlo, quienes reciben el pago por sus delitos. Luego Herman les ordena robar aún más cadáveres de la morgue de la ciudad. Kalimán, Solín y Erika regresan a las ruinas de la casa de Magyar y descubren que el cuadro del Barón de Kruger está intacto, protegido por haber estado colgado en los sótanos. Sin embargo parece haber cambiado: la expresión del sujeto del cuadro se ha vuelto burlona, y una pequeña marca con la forma de un corazón ha aparecido en su pecho. Kalimán sospecha que se trata de una farsa, y frente a los ojos de Erika destruye el cuadro y razga el lienzo.

Al otro día el Doctor Herman acude a una cita en un castillo en las afueras de Budapest con el nieto del vampiro humano, un anciano también llamado el Barón de Kruger que vive confinado en una silla de ruedas y atendido por una extraña mujer llamada Galia. Desde tiempo atrás, Herman ha estado recibiendo dinero de Kruger para investigar los secretos de la vida y de la muerte y de alguna manera rejuvenecer al anciano Barón y postergar su muerte. Hasta ese momento, Herman ha estado ayudando al Barón a mantenerse vivo suministrándole sangre de los cadáveres que roba, algo que le proporciona un módico de vitalidad, pero el Barón quiere rejuvenecerse completamente y está perdiendo la paciencia con el doctor, exigiendo resultados más rápidamente. Cuando Herman se retira, Galia le habla al Barón acerca de las glorias de su ancestro, el vampiro humano, e intenta convencerlo de recibir el espíritu de su abuelo para así convertirse en inmortal. Kruger sin embargo le tiene horror a su abuelo y ha prohibido mencionarlo es su presencia.

El Doctor Herman regresa a su cámara de refrigeración, donde se encuentra con Laszlo y Gastón que han llevado un nuevo cadáver. Herman utiliza el cadáver de Magyar para un nuevo experimento, e inyectándole sangre a presión y sometiéndolo a fuertes corrientes eléctricas logra revivirlo. Magyar sin embargo ha perdido toda su humanidad y solo es un zombie que solo obedece las órdenes de Herman.

Cuando los periódicos publican la noticia del robo de más cadáveres tanto de la morgue de la ciudad como del cementerio, Kalimán decide encontrar a los ladrones haciéndose pasar él mismo por un cadáver. Lleva a cabo un experimento de actos mortis, y en consecuencia es llevado a la morgue de la ciudad, mientras Solín y Erika vigilan por muchas horas la morgue desde fuera. Eventualmente Gastón y Laszlo roban efectivamente el supuesto cadáver de Kalimán vistiéndolo y haciéndolo pasar por un pasajero en el coche de Laszlo. Sin embargo esta vez Solín y Erika descubren el truco y siguen a los ladrones. Estos sin embargo se dan cuenta de que son perseguidos, y en un recodo remoto de la carretera no lejos del cementerio fuerzan a Erika a salirse de la carretera, y ella y Solín se vuelcan en un aparatoso accidente. Kalimán es depositado junto a los otros cadáveres en la sala de refrigeración de Herman, donde suspende su ejercicio de actos mortis y procede a investigar el lugar, descubriendo que se encuentra encerrado. Laszlo informa a Herman del accidente de Erika y Solín, y este le ordena regresar al sitio del accidente para asegurarse que los dos hayan muerto y robar sus cadáveres. Erika y Solín sobreviven el accidente y pronto descubren que se encuentran en el cementerio. Empiezan a caminar en dirección a la ciudad, pero son sorprendidos por Laszlo, quien dispara sobre ellos. Erika y Solín se lanzan a correr e intentan esconderse en un mausoleo abierto, pero al entrar tropiezan en la oscuridad y caen a una tumba. Laszlo tranca la entrada a la tumba desde fuera, y Erika y Solín quedan sepultados en vida.

Para escapar de la cámara de refrigeración Kalimán empieza a lanzar quejidos, y cuando Laszlo entra a investigar, Kalimán lo atrapa y lo obliga a llevarlo con sus cómplices. Laszlo lleva a Kalimán al lugar donde está Magyar, y mientras Kalimán constata sorprendido que su amigo vive, Laszlo consigue huir y encerrar a Kalimán junto al profesor zombificado. Gastón y Herman están en otra habitación, y cuando Laszlo los informa de lo que sucede acuden a presenciar lo que sucede a través de un vidrio en una de las paredes del laboratorio. Magyar pronto ataca a Kalimán, y sobreviene una feroz lucha entre los dos durante la cual Kalimán es lanzado contra los aparatos electrónicos del laboratorio, causando un cortocircuito que da origen a un incendio. Herman no está dispuesto a perder su máxima creación, y en un momento en el que Kalimán parece haber sucumbido por el humo abre la puerta del laboratorio y deja escapar a Magyar, pero no a Kalimán. La casona y los cadáveres robados arden completamente, y mientras Herman, Magyar, Gastón y Laszlo escapan por un túnel secreto, Kalimán apenas puede salvarse escapando por un agujero que el incendio hace en el techo del laboratorio.

Kalimán decide regresar a pie a la ciudad, pero cuando llega al cementerio descubre el auto de Erika volcado y huellas que indican que sus amigos sobrevivieron el accidente. Siguiendo estas huellas, Kalimán descubre la tumba donde sus amigos están prisioneros y logra salvarlos de morir por falta de oxígeno. Luego, los tres amigos se dan a la tarea de buscar algún rastro de los criminales, una tarea que prueba ser infructuosa hasta que Solín por casualidad cae en el túnel que los criminales están utilizando para huir: la casona ahora en ruinas que Herman utilizaba para sus experimentos resulta ser propiedad del Barón de Kruger, y el túnel secreto la comunica con el castillo del Barón.

Cuando Herman, Magyar, Gastón y Laszlo llegan al castillo del Barón de Kruger encuentran en los patios a dos gigantescos mastines, Satanás y Lucifer, que les cierran el paso y solo obedecen las órdenes de una persona: la misteriosa Galia. Herman convence a la mujer de llevarlos a él y a Magyar ante el Barón, y cuando se entrevista con él le explica que con la pérdida de los cadáveres robados también ha perdido la fuente de la sangre que utilizaba para mantenerlo revitalizado. Sin embargo muestra a Magyar como prueba de que sus experimentos están dando fruto y ofrece a Laszlo y Gastón como fuentes de sangre si eso llega a ser necesario. El Barón acepta las explicaciones de Herman y pone a su servicio un laboratorio en los sótanos del castillo que años atrás fue utilizado por el primer Barón de Kruger, el vampiro humano. Allí Herman descubre un ataúd, y cuando le pregunta acerca de él a Galia, la mujer explica que ahí yace el cuerpo incorrupto de Eric, su hijo muerto veinte años atrás. Mientras tanto, en los patios del castillo Gastón y Laszlo empiezan a darse cuenta que son en realidad prisioneros y fraguan planes para eventualmente escapar del castillo, aún cuando Herman eventualmente los deja entrar y los convierte en ayudantes en su nuevo laboratorio.

Kalimán, Solín y Erika salen del túnel secreto ya muy cerca del castillo del Barón de Kruger e inmediatamente tropiezan con un grupo de gitanos: una hermosa joven llamada Lorena, su enamorado Rosco y una tercera persona quienes inicialmente solo quieren asaltar a los tres caminantes. Desde el primer momento Lorena siente una profunda atracción por Kalimán, muy a disgusto de Rosco, y por el contrario Erika desarrolla una profunda antipatía contra ella. Cuando Rosco se lanza contra Kalimán para asaltarlo, Lorena intenta detenerlo, aunque sin éxito. En la pelea que sobreviene Kalimán derrota fácilmente a los gitanos, quienes no tienen más remedio que alejarse sin haber efectuado su robo. Poco después, Kalimán y sus amigos se encuentran con un misterioso monje en una caverna que dice que los miles de vampiros que habitan con él son en realidad las almas de un grupo de monjes que murieron atacados por el primer Barón de Kruger.

En el castillo, Herman descubre que ni Gastón ni Laszlo tienen el tipo de sangre que el Barón de Kruger necesita, así que encarga a los dos hombres de ir a un poblado cercano para secuestrar a dos víctimas y llevarlas al castillo. Kalimán y sus amigos mientras tanto llegan al castillo de los Kruger, pero Galia niega conocer a Herman y les niega alojamiento. Para entonces ya está muy entrada la noche, y Kalimán y sus amigos deciden ir también al poblado cercano donde también se les niega alojamiento; los tres caminantes terminan pasando la noche en un establo. Mientras tanto Gastón y Laszlo secuestran a una pareja de campesinos a quienes Herman asesina sacándoles su sangre para inyectársela al anciano Barón de Kruger. Cuando los campesinos de la aldea encuentran sus cadáveres culpan a Kalimán y sus amigos de los asesinatos, y al amanecer los atacan en el establo donde se refugiaron. Kalimán logra salvarse de ser linchado con un experimento de hipnotismo colectivo. Decide esperar la noche para volver a visitar el castillo de Kruger, donde sospecha se refugian los verdaderos asesinos, y durante el día decide pedir alojamiento en el campamento gitano. Allí son recibidos por Lorena, quien cada vez se siente más atraída hacia Kalimán, muy a disgusto de su enamorado Rosco. El padre de Lorena y jefe del campamento, un gitano llamado Janino se muestra hospitalario con Kalimán, mientras que una anciana gitana, Yanca, le lee las cartas a Lorena y le depara un futuro lleno de terror y muerte si decide acercarse a Kalimán.

Herman necesita más sangre para seguir tratando al Barón de Kruger, y esta vez le ordena al profesor Magyar dirigirse a la aldea y traerle más aldeanos. Al anochecer Kalimán y sus amigos abandonan el campamento gitano, pero son seguidos por Rosco, quien ha decidido cobrar venganza. El gitano logra llegar antes que Kalimán a un puente que los tres caminantes deberán cruzar y lo desajusta convirtiéndolo en una trampa. Cuando Kalimán llega se da cuenta de la fragilidad del puente y decide cruzarlo él primero para probarlo, pero cuando está en el centro el puente se rompe bajo sus pies y Kalimán cae en un pantano de arenas movedizas. Rosco se lanza entonces sobre Solín y lo lanza también al pantano, mientras Erika intenta huir asustada. Logra esconderse entre unos arbustos, pero Rosco la encuentra y la lleva a rastras hacia el lugar donde Kalimán y Solín se hunden en el pantano. Sin embargo antes de llegar ahí Rosco se encuentra con el profesor Magyar, y de alguna manera el ver a su hija en peligro desencadena una reacción violenta en el cadáver viviente, quien se lanza primero contra Rosco, a quien deja sin sentido, y luego contra la misma Erika, quien se desmaya en sus brazos. Mientras tanto Kalimán y Solín logran salir del pantano utilizando la tela del turbante de Kalimán para hacer una soga y enredándola en uno de los pilones del puente. Para cuando Kalimán y Solín llegan junto a Erika, ya Magyar ha desaparecido.

De regreso en el castillo, Magyar, muy alterado, ataca a Gastón y Laszlo cuando los ve, y solo la intervención del Doctor Herman impide que los asesine; los dos criminales deciden entonces separarse del todo del doctor Herman y huir del castillo a la primera oportunidad. Galia mientras tanto se revela como una poderosa hechicera, y habiendo decidido que es tiempo de que el espíritu del primer Barón de Kruger regrese a sus dominios efectúa un poderoso hechizo para atraerlo al castillo. Al mismo tiempo Kalimán, Solín y Erika siguen las huellas de Magyar hasta el castillo, y cuando a la entrada son atacados por Lucifer y Satanás, los mastines de Galia, los deja fuera de combate utilizando dardos somníferos. Inicialmente Kalimán tiene intenciones de entrar al castillo sin ser visto, pero descubre a Gastón y a Laszlo intentando escapar precisamente en ese momento y decide capturarlos, habiéndolos reconocido como los ladrones de cadáveres que llegaron a robarlo a él mismo. Desde el primer piso del castillo el Barón de Kruger, Galia y el doctor Herman se dan cuenta de lo que ocurre, y cuando Kalimán empieza a interrogar a Gastón y Laszlo y existe peligro de que delaten a Herman, el Barón de Kruger decide asesinar a los dos hombres disparándoles desde una ventana. El Barón de Kruger amenaza también a Kalimán y sus amigos y los obliga a entrar al castillo, donde Erika descubre sorprendida la presencia del doctor Herman, a quien solo conoce como un antiguo amigo de su padre. Kalimán, muy enfadado por el asesinato de Gastón y Laszlo amenaza con entregar a Kruger a la policía, pero este explica que él mismo es la ley en esa comarca, ningún policía se atreverá a venir a arrestarlo. Luego Kruger les ofrece su hospitalidad a Kalimán y sus amigos sabiendo que pronto tendrá necesidad de su sangre, y Kalimán acepta encantado, muy a disgusto de Erika y Solín. Cuando Galia conduce a los tres nuevos huéspedes a sus habitaciones, Erika descubre muy preocupada que su habitación está bastante alejada de la de Kalimán.

Mas tarde esa noche ruidos en el patio despiertan a Erika, quien desde su ventana descubre a Herman y a su padre, el profesor Magyar, recogiendo los cadáveres de Gastón y Laszlo, pero cuando intenta salir de su habitación para decirle a Kalimán lo que ha visto descubre que ha sido encerrada. La sangre de Gastón y Laszlo no es compatible con la de Kruger, así que Herman y Magyar se deshacen de los dos cadáveres en los pantanos; luego Herman deja a Magyar en una cueva para impedir que Kalimán lo descubra y descubra por ende que él es quien ha estado recibiendo los cadáveres robados.

Kalimán y Solín también deciden investigar esa noche, y en una de las habitaciones del castillo son atacados por el espíritu del primer Barón de Kruger, quien ha regresado y llega a dejar marcadas las huellas de sus uñas en el cuello de Kalimán. Galia mientras tanto entra a las habitaciones de Erika y le aplica una inyección por medio de la que domina su voluntad. Al otro día Kruger le informa a Kalimán que Erika ha decidido quedarse en el castillo. La muchacha sin embargo se comporta muy extrañamente, y sospechando que algo malo le puede estar sucediendo Kalimán solicita quedarse él también, a lo que el Barón accede encantado. Mas tarde ese día Kruger finge estar teniendo un ataque producido por su enfermedad, y el doctor Herman le solicita a Kalimán que done algo de su sangre para ayudarlo. Kalimán accede, y cuando el Barón recibe sangre de Kalimán, se siente más fuerte y vigoroso de lo que se ha sentido en muchos años. Galia mientras tanto lleva a Erika a un pequeño cementerio detrás del castillo y le muestra una tumba que dice pertenece a su madre; según ella la primera Erika Magyar fue un vampiro humano que a punto de ser linchada por una horda de aldeanos cayo de bruces sobre un crucifijo de madera que le atravesó el corazón. La gitana Lorena mientras tanto ha venido al castillo en busca de Kalimán y sin ser vista escucha lo que dicen las dos mujeres. Luego, Galia lleva a Erika a sus habitaciones y la viste con lo que dice son ropas de su madre. También le entrega un pendiente que dice atraerá el espíritu de su madre vampiro a ella.

Deambulando por el castillo, Solín descubre el ataúd donde yace Eric Kruger. Venciendo su miedo abre el ataúd, pero se hace una pequeña herida en la mano, y cuando una gota de su sangre cae sobre la frente de Eric este despierta. Inicialmente Eric se comporta amigablemente y luego de revelarle que es hijo de Galia y sobrino del Barón de Kruger le muestra un túnel secreto que lleva a los patios. Después Eric convence a Solín de ir a jugar muy adentro en los pantanos, en un lugar llamado el salón de las calaveras, una cueva donde yacen los esqueletos de muchas antiguas víctimas de los vampiros humanos. Luego de jugar un tiempo Eric decide que es tiempo de atacar a Solín, pero antes de que pueda hacerlo un rayo de luz del amanecer entra a la cueva, obligando a Eric huir hacia el castillo y dejando a Solín solo en los pantanos, donde el profesor Magyar acecha. Kalimán mientras tanto se da cuenta de la desaparición de Solín, y siguiendo sus huellas se da cuenta de que fue acompañado de otro niño hacia los pantanos. Mientras lo busca se encuentra con Lorena, quien le muestra la tumba de la madre de Erika y lo informa de la conversación que Galia tuvo con Erika hija. Kalimán sin embargo no tiene tiempo de actuar sobre esa información, y luego de despedirse de Lorena se interna en los pantanos, donde logra encontrar a Solín. Sin embargo el niño le ha hecho una promesa a Eric de no revelar su existencia y le miente a Kalimán diciéndole que fue solo a investigar. Kalimán sabe que Solín le miente, pero decide no ahondar en el asunto y dejar que Solín revele su secreto en el momento que quiera.

De regreso en el castillo, Solín se va a dormir mientras Kalimán visita a Erika y la encuentra vestida con los trajes antiguos de su madre; Galia ha efectuado otro hechizo y ha convencido a la muchacha que el espíritu de su madre habita en ella y la ha convertido en un vampiro humano. El Barón de Kruger y el Doctor Herman le piden a Kalimán otra donación de sangre. Este acepta, pero les advierte que esa será la última vez que lo hace. Durante el procedimiento Herman le inyecta a Kalimán un potente narcótico, y luego de sacarle mucha más sangre de lo que Kalimán había accedido a donar lo lleva a un calabozo en los sótanos del castillo. Kalimán despierta poco más tarde, y utiliza el resto del día en recuperar sus fuerzas por medio de ejercicios de yoga.

Cuando llega la noche, Galia le ordena a Erika visitar el poblado vecino y asesinar a alguien para alimentarse con su sangre. Erika obedece y ataca a una niña pequeña llamada Mónica, quien solo se salva de morir a causa de una oportuna intervención de su madre. Cuando los aldeanos del pueblo se dan cuenta del ataque, se enfurecen y deciden perseguir al vampiro humano. Erika tiene que huir, y en su carrera pasa cerca del sitio donde el profesor Magyar está escondido. Como en ocasiones anteriores Magyar se muestra muy protector con respecto a su hija Erika, y ataca ferozmente a varios de los aldeanos destruyéndoles la garganta y salvando a la muchacha. Cuando los aldeanos encuentran a sus compañeros muertos quedan firmemente convencidos que fue Erika la causante de los asesinatos, y en la aldea se esparce el rumor de que los vampiros humanos han regresado a la comarca. Erika consigue regresar al castillo y se encuentra con Galia, quien no está nada contenta del fracaso de la misión que le encomendó.

Cuando Solín despierta descubre al Barón de Kruger rejuvenecido por la sangre de Kalimán y comentando con el doctor Herman que tiene prisionero a Kalimán en un calabozo de los sótanos. Sin dejarse ver Solín decide ir allí inmediatamente a liberar a su amigo, pero para entonces Eric ha despertado e insiste que juegue con él. Solín se rehusa, especialmente cuando recibe un llamado telepático de Kalimán pidiéndole ayuda. Eric, sorprendido de que Solín insista en su negativa a jugar con él, prefiere no dejarse ver de Kalimán e insiste en que Solín mantenga en secreto su existencia. Solín accede y logra encontrar el calabozo de Kalimán sin mayores problemas, y éste le dice que está demasiado debilitado para romper los barrotes y le pide tratar de obtener la llave del Doctor Herman. Solín tiene suerte, pues cuando regresa a los salones principales del castillo descubre que el rejuvenecido Barón de Kruger ha retado a Herman a un duelo de esgrima. El doctor Herman sale derrotado del encuentro, y durante el forcejeo deja caer su manojo de llaves al piso. Solín las recoge a la primera oportunidad, pero cuando intenta regresar al sótano es descubierto por Galia, quien también descubre que el cuerpo de su hijo Eric ha desaparecido. Enfurecida, Galia culpa a Solín de la desaparición de su hijo sin dejarle dar explicaciones y lo golpea en la cabeza fuertemente con un candelabro; luego lo encierra en el ataúd que ocupara su hijo e informa al Barón de Kruger. Eric observa todo esto desde las sombras, pero prefiere no intervenir para no darle a conocer a su madre que ha resucitado.

Cuando pasan las horas y Solín no regresa para rescatar a Kalimán, éste, preocupado, decide efectuar un experimento de desdoblamiento corporal para encontrar a su amigo. Mientras tanto el Barón de Kruger decide disfrutar de su nueva vitalidad atacando sexualmente a Erika Magyar, quien apenas puede defenderse. Estando Solín inconsciente Kalimán no logra encontrarlo, pero sí se percata del ataque del Barón a Erika. Haciendo un gran esfuerzo logra hacer visible su espíritu, y con esto distrae al Barón, que intenta atacarlo. Extrañado al escuchar ruidos de lucha en el cuarto de Erika, Herman irrumpe en la habitación, y para entonces Kalimán, muy fatigado, no tiene otra opción que regresar a su cuerpo. Kruger y Herman deciden entonces investigar a Kalimán en su calabozo, y cuando lo encuentran recuperado amenazan con asesinar a Solín para lograr que permita que le saquen más sangre.

Galia mientras tanto regresa al ataúd donde yace Solín, pero se rehusa a liberarlo y está dispuesta a dejarlo morir asfixiado. Eric sin embargo está interesado en que Solín viva para poder alimentarse de él, y no tiene más remedio que llamar la atención de su madre pidiendo auxilio. Sin embargo aún entonces no se deja ver de ella, sino que regresa a la primera oportunidad al ataúd de Solín y libera al muchacho mientras Galia busca infructuosamente, habiendo reconocido la voz de su hijo. Solín insiste en liberar a Kalimán, pero cuando llega al calabozo descubre que ya Kruger y Herman se lo llevaron. La primera reacción de Solín es intentar buscar a su amigo, pero Eric lo convence de que juegue con él unos minutos y lo lleva a lo más alto de la torre principal del castillo donde espera encerrarlo y mantenerlo vivo por un tiempo para irse alimentando poco a poco con su sangre. Solín descubre la identidad de Eric cuando no ve su imagen reflejada en un espejo, pero cuando Eric intenta por fin morderlo, Solín sorprende al niño vampiro defendiéndose ferozmente. La lucha entre los dos muchachos se prolonga por más de una hora, hasta que el amanecer obliga a Eric regresar a su ataúd, dejando a Solín encerrado. Galia mientras tanto regresa al ataúd donde estaba Solín, y cuando descubre que el niño ha escapado lanza a sus feroces mastines, Lucifer y Satanás, a que sigan su rastro. A medio camino en la escalera de la torre del castillo los dos perros se encuentran con Eric que baja, y así es como Galia por fin logra encontrar a su hijo, quien la informa del paradero de Solín antes de regresar apresuradamente a su ataúd.

Herman le extrae cuatro litros más de sangre a Kalimán, dejándolo extremadamente débil. El Barón insiste en retarlo en ese momento a un duelo de esgrima, y Kalimán, a pesar de su estado, por poco sale vencedor, aunque cuando el Barón siente que va a ser vencido hace trampa y golpea a Kalimán con una maza que obtiene de un adorno de la pared y le lanza a la cabeza. Kalimán pasa varias horas sin sentido, y cuando Kruger y Herman van a buscarlo para extraerle todavía más sangre, Kalimán lleva a cabo un experimento de actus mortis con el que engaña a Herman y le hace pensar que ha muerto. El Barón necesita a Kalimán vivo, así que Herman lo lleva a su laboratorio para revivirlo. Una vez allí Kalimán suspende el actus mortis y ataca a Herman para escapar. Lo primero que hace estando libre es buscar a Solín, y cuando encuentra a Galia en el sótano del castillo la obliga a revelarle lo que sabe acerca del paradero del muchacho. Sin embargo para entonces ya Eric ha despertado y ha ido a la prisión de Solín a alimentarse de su sangre. Galia y sus perros bloquean la escalera, así que Kalimán decide trepar por el exterior de la torre esperando llegar a la ventana para rescatar a Solín, pero está demasiado debilitado por la pérdida de sangre y termina desplomándose desde gran altura, cayendo en un pantano a los pies de la torre. Solín mientras tanto tiene que luchar de nuevo contra Eric, y en un momento dado logra aturdirlo por un momento con un golpe de karate y escapar de la habitación, pero sabiendo que Galia y los perros esperan abajo prefiere esconderse en un resquicio en lo alto de la torre. Cuando Eric sale a buscarlo y se encuentra con Galia, Solín entra de nuevo a su prisión y sale por la ventana, apoyándose en una cornisa de la torre. Eric y Galia lo buscan afanosamente, y viéndose perdido Solín no tiene más remedio que saltar muchos metros a un techo cercano, y dando tumbos tiene la suerte de caer sobre un carruaje lleno de heno. Queda ileso, pero siempre perseguido por Eric y Galia decide esconderse en los sótanos del castillo, donde encuentra una trampilla escondida en el piso. Sin saber a dónde conduce, Solín decide esconderse ahí, pero los maderos enmohecidos de la escalera no resisten su peso y se rompen bajo sus pies, haciéndolo caer varios metros; el golpe de la caída lo hace perder el sentido.

La gitana Lorena ha estado merodeando alrededor del castillo con la esperanza de volver a ver a Kalimán y lo ve caer desde lo alto de la torre. Cuando llega al pantano a los pies de la torre logra rescatarlo del pantano, pero Kalimán, extremadamente debilitado por la pérdida de sangre pierde el sentido y ella no tiene las fuerzas para cargarlo. Rosco, su enamorado, la ha estado siguiendo y la gitana hace un pacto con él: se casará con él si el gitano rescata a Kalimán. Rosco acepta y se lleva a Kalimán a cuestas hasta el campamento gitano, pero cuando llega la anciana gitana Yesca vaticinia grandes males causados por la presencia de Kalimán; solo la intervención del jefe gitano Janino permite que Kalimán sea bienvenido en la aldea para ser tratado por Lorena, quien procede a curar sus heridas.

Al mismo tiempo Erika, todavía sugestionada por Galia y creyéndose un vampiro humano, regresa a la aldea cercana al castillo y ataca a un anciano intentando beber su sangre. El aldeano sin embargo le muestra el signo de la cruz y Erika, asustada, se lanza a la fuga, pero esta vez es alcanzada por una horda enardecida de aldeanos que se lanza tras ella, la atrapa y la ata a un poste de madera para ser quemada viva una vez amanezca. En el castillo el Barón de Kruger encuentra a Herman inconsciente, y cuando lo despierta descubre la fuga de Kalimán. Los dos hombres se lanzan en su búsqueda, y cuando Galia les informa que vio al fugitivo intentar liberar a Solín desde el exterior de la torre empiezan a buscarlo en los pantanos. Se pasan toda la noche buscando infructuosamente, y con el cansancio el Barón empieza a notar que el efecto rejuvenecedor de la sangre de Kalimán se desvanece. Exhaustos, él y Herman regresan al castillo y caen en un profundo sueño. Cuando amanece Eric regresa a su ataúd sin haber encontrado a Solín, y Galia, deseando esconder el ataúd donde yace su hijo, lo lleva a cuestas escaleras arriba hasta la habitación en lo más alto de la torre.

Solín pasa muchas horas inconsciente, y cuando despierta descubre que se encuentra en un pasillo que va a dar a una cueva. No pudiendo regresar por donde entró se interna por la cueva, y eventualmente descubre que se trata de la Catedral de los Vampiros, la caverna donde días antes descubriera a un monje que dice que los vampiros son las almas de las víctimas del primer Barón de Kruger, el vampiro humano. Eventualmente vuelve a encontrarse con el monje, quien lo hace su prisionero pues está cansado de cuidar y alimentar a los vampiros y dice que ahora necesita un ayudante.

Kalimán despierta en el campamento gitano bajo los cuidados de Lorena, e inmediatamente decide iniciar una serie de ejercicios de yoga y meditación para acelerar su producción de sangre. Al cabo de varias horas, ya más recuperado, se pasea por el campamento cuando descubre a un grupo de gitanos comentando que en la aldea cercana una mujer vampiro va a ser quemada viva. Intuyendo que se trata de Erika, Kalimán corre a salvarla, muy a disgusto de la gitana Lorena, quien experimenta celos de quien cree su rival. Seguido de cerca por Lorena Kalimán llega a la aldea y rescata a Erika antes de que pueda ser quemada, llevándola a un resguardo en un acantilado donde los dos pueden esconderse de los aldeanos enardecidos. Lorena sin embargo lo ha seguido desde el campamento gitano, y celosa de como Kalimán reconforta a Erika considera matarlos a los dos con una pistola que lleva oculta. Sin embargo en el último momento reconsidera y suelta la pistola, que es recogida por Rosco, quien ha venido detrás de su prometida. Cuando Rosco ve a Kalimán y Erika monta en furia de que Lorena todavía lo quiera y causa un derrumbe que termina sepultando a Kalimán y a Erika, quienes solo sobreviven por la protección del resguardo. Cuando el derrumbe termina, Rosco arrastra a Lorena de regreso al campamento y decide esposarla inmediatamente. Janino, el jefe del campamento, no está muy de acuerdo con el matrimonio, pero dado que sabe que Lorena le dio su palabra a Rosco anteriormente para lograr que este salvara a Kalimán del pantano prefiere no intervenir. Kalimán mientras tanto decide intentar cavar un túnel por debajo de las toneladas de escombros que lo cubren para intentar escapar.

Cuando el Barón de Kruger despierta se encuentra de nuevo envejecido. Le urge recapturar a Kalimán para poder seguir alimentándose de su sangre, y sabiendo que Solín es clave para que Kalimán coopere le pregunta a Galia acerca de la suerte del muchacho. La mujer miente y dice que Solín sigue prisionero en la torre del castillo, y Kruger le ordena a Herman encontrar a Kalimán a cualquier precio y obligarlo a regresar al castillo amenazando la vida de Solín. Herman se adentra en los pantanos, y una vez encuentra al zombificado profesor Magyar en su escondite se pone en la tarea de buscar a Kalimán; en la aldea cercana al castillo se le informa de que Kalimán salvó a la que ellos creen una mujer vampiro y escapó con ella, y con eso Herman confirma que tanto Kalimán como Erika están vivos. Galia mientras utiliza a sus dos mastines para que olfateando sigan el rastro de Solín por los sótanos del castillo, y así descubre la trampilla por la que el muchacho desapareció. Cuando anochece despierta a Eric y le pide que busque a Solín acompañado por Satanás, uno de los dos mastines.

En el campamento gitano la vidente Yanca descubre en su bola de cristal que Kalimán sobrevivió el derrumbe, y cuando informa a Lorena, la muchacha decide fugarse en su propia noche de bodas para ayudar a quien ama en realidad, Kalimán. Rosco la sigue furioso, pero tiene la mala suerte de encontrarse con el doctor Herman y el profesor Magyar, quienes lo hacen su prisionero y lo obligan a llevarlos al sitio del derrumbe, pues si Kalimán ha muerto, Herman desea por lo menos hacerse con su cadáver. Cuando llegan al sitio encuentran allí a Lorena, a quien también atrapan, y cuando Herman investiga el lugar descubre los movimientos en el terreno que Kalimán causa al cavar. Herman decide sorprender a Kalimán cuando este salga del túnel, pero un grito de Lorena previene a Kalimán del ataque del profesor Magyar y le permite sobrevivir un golpe a traición. Sobreviene una feroz pelea entre Kalimán y Magyar mientras Erika sale del túnel y Rosco huye arrastrando a Lorena de regreso al campamento. En un momento dado Herman ataca a traición a Kalimán y causa que Magyar lo lance a un abismo. Creyendo a Kalimán muerto, Herman le ordena a Magyar recapturar a Erika y regresar al castillo. Kalimán sin embargo no ha muerto, sino que en el último instante logra aferrarse a una roca del desfiladero para salvarse. Una vez logra trepar a la superficie hace planes para iniciar su contraataque.

Eric y Satanás encuentran a Solín en manos del monje de la Catedral de los Vampiros, vigilado siempre por la bandada de vampiros que el monje dice son las almas de las víctimas del Barón de Kruger. Cuando el monje se retira a descansar, Eric se acerca a Solín y le ofrece rescatarlo. Solín sabe que se las está viendo con un vampiro humano, pero prefiere huir con él que continuar prisionero del monje. Eric y Solín intentan entonces regresar al castillo por el túnel, pero son descubiertos por los cientos de vampiros de la catedral que se lanzan sobre ellos. El mastín Satanás intenta defender a los dos niños y termina siendo destrozado por los vampiros, que cuando sienten el olor de sangre se lanzan a alimentarse con el perro y dejan escapar a Solín y a Eric. Sin embargo en ese momento empieza a amanecer y Eric cae en un profundo sopor. Solín decide no abandonar a Eric a su suerte sino vigilarlo a lo largo del día.

Kalimán regresa al campamento gitano, y cuando encuentra a Lorena le pide un favor: llevar un mensaje escrito por él al castillo del Barón de Kruger. Lorena comprende bien el peligro al que se expone, pero aún así accede pues quiere ayudar a Kalimán en lo que pueda. En el castillo mientras tanto el Doctor Herman le inyecta al Barón tres litros de la sangre de Erika, pero esta vez el tratamiento no le hace mayor efecto; Erika sin embargo queda extremadamente debilitada y a merced de su padre, el profesor Magyar, encargado de vigilarla. Cuando Lorena llega a las puertas del castillo es conducida por Galia a la presencia del Bóarn de Kruger. Allí, en presencia de Galia y del Doctor Herman, Lorena le entrega al Barón el mensaje de Kalimán que dice que lo capturará esa misma noche; en realidad lo que Kalimán quiere es que Lorena insinúe que está muerto y se ha convertido en un espíritu. El Barón no sabe si alegrarse con la posibilidad de que Kalimán siga vivo y él pueda conseguir más de su sangre, o atemorizarse ante la posibilidad de estar viéndoselas con un espíritu. De todas maneras convierte el castillo en una fortaleza inexpugnable llena de trampas, mientras que a Lorena la encierra en un calabozo pensando que de ser necesario podrá utilizar su sangre. El Barón le ordena entonces a Galia que lleve a Solín ante su presencia para utilizarlo como escudo contra Kalimán, y la mujer se ve obligada a confesarle tanto la huida de Solín como el hecho de que su hijo Eric ha resucitado y es él quien recapturará al muchacho.

Cuando vuelve a caer la noche, Eric despierta y descubre sorprendido que Solín aún está junto a él. Los dos regresan al castillo y son recibidos por Galia, quien le dice a Solín que Kalimán lo espera en la habitación de la torre; cuando llega ahí lo encierra y deja a Eric vigilándolo. El monje de la Catedral de los Vampiros mientras tanto descubre la fuga de Solín y furioso decide que esa noche de luna llena es apropiada para atacar de una vez por todas al Barón de Kruger.

Kalimán decide hacer un experimento de desprendimiento corporal y se le aparece al Barón en forma de espíritu. Inicialmente el Barón no comprende lo que pasa e intenta proponerle a Kalimán un negocio: dejará en libertad a sus amigos si Kalimán le dona más de su sangre. Sin embargo ya Kalimán sabe que se las está viendo con un asesino y rehusa, ante lo que el Barón dispara sobre él. Las balas sin embargo no le hacen efecto a la forma astral de Kalimán, que no solamente se diluye ante la vista del Barón, sino que deambulando por el castillo descubre todas las trampas que han sido tendidas.

Cuando Galia regresa a informar que Solín ha sido recapturado, el doctor Herman le revela que las horas del Barón están contadas, pronto morirá a pesar de las transfusiones. Galia entonces le dice al Barón que su hechicería puede ayudarlo: la mujer ha guardado consigo unas pocas gotas de la sangre de su hermano, el primer Barón de Kruger, y si el actual Barón las bebe en esa noche de luna llena y le jura fidelidad a su abuelo, el espíritu del vampiro humano alojado en la pintura que cuelga en el castillo se introducirá en su cuerpo, rejuveneciéndolo. Desesperado y sintiéndose morir, el Barón de Kruger acepta el ofrecimiento de Galia y bebe la sangre de su abuelo. Inmediatamente el espíritu de la pintura se introduce en su cuerpo y el Barón de Kruger rejuvenece, pero pierde completamente su propia identidad convirtiéndose enteramente en el vampiro humano que fue el primer Barón de Kruger. Kalimán mientras tanto se introduce en el castillo sin caer en ninguna de las trampas que ya conoce debido a la exploración que hizo antes y se dirige a los calabozos, donde libera a Lorena y le ordena regresar a su campamento inmediatamente.

La sed de sangre del nuevo Barón de Kruger es insaciable, y decide alimentarse primero con la sangre de Erika. Sin embargo cuando el zombificado profesor Magyar se da cuenta de que el vampiro humano intenta hacerle daño a su hija, un poderoso recuerdo se agita en él y termina lanzándose contra el vampiro para protegerla. El vampiro, furioso, se vuelve contra él y lo ataca tan ferozmente que el profesor Magyar no tiene otra opción que retroceder hasta que Kruger termina lanzándolo al vacío por una de las ventanas de la habitación. El patio del castillo está muchos metros más abajo, y Magyar se golpea fuertemente con la caída y queda moribundo. Kruger se alimenta con la sangre de Erika, aunque decide no matarla y dejarla encerrada para poder beber de ella más tarde. Su sed, sin embargo no es saciada, y aunque primero intenta atacar a Lorena pronto descubre que la muchacha ha escapado. Decide entonces alimentarse de Solín y guiado por Galia sube a la habitación en lo alto de la torre del castillo, donde la mujer lo presenta a su hijo Eric. Inicialmente existe una fría cortesía entre los dos vampiros, pero en realidad los dos se odian profundamente y cuando Kruger se lanza sobre Solín, Eric lo ataca diciendo que no está dispuesto a perder su propia presa tan fácilmente. Sobreviene una feroz pelea entre los dos vampiros en la que Kruger sale vencedor por ser más grande, y a la primera oportunidad y ante el horror de Galia lanza a Eric al vacío por la ventana de la torre. Eric cae en el mismo pantano de donde ya Kalimán fuera salvado por Lorena en el pasado, y aunque por su condición de vampiro humano sobrevive la caída, se hunde irremediablemente en el pantano sin encontrar un punto de apoyo para salir, quedando sepultado perennemente.

Kalimán mientras tanto encuentra al doctor Herman, quien para evitar ser capturado le revela el peligro en el que se encuentra Solín. Kalimán se lanza enonces escaleras arriba, mientras que Herman decide escapar del castillo. Cuando llega al patio descubre a Magyar moribundo y se acerca él para examinarlo, pero Magyar con sus últimas fuerzas lo agarra de la garganta y lo estrangula antes de morir él mismo.

Kalimán interrumpe a Kruger cuando éste quiere alimentarse de Solín, así que el vampiro toma a Solín en brazos, aparta a Kalimán de una feroz patada, y baja de la torre corriendo velozmente por la escalera. Kalimán se lanza tras él y lo alcanza en la habitación donde pendía la pintura del primer Barón de Kruger, ahora convertida en un lienzo limpio. Kalimán logra que Kruger suelte a Solín lanzándole un puñal a sus manos, pero con esto solo consigue que el vampiro humano se convierta en vampiro y se lanze sobre él. Sin embargo en ese momento los vampiros de la Catedral de los Vampiros llegan al castillo, entrando por una ventana y atacando a todas las personas presentes. Kalimán se distrae un momento intentando defender a Solín, y el Barón de Kruger aprovecha para recuperar su forma humana y tomar un sable para atravesar a Kalimán. Sin embargo antes de que pueda hacerlo, el Barón de Kruger es atacado por Galia, quien furiosa con él por haber matado a su hijo se ha hecho con una estaca de madera que hunde en el corazón de su hermano. El Barón de Kruger se convierte inmediatamente en cenizas, mientras Lucifer y Galia son destrozados por los feroces vampiros sin que Kalimán, ocupado en defender a Solín, pueda hacer nada para impedirlo. Al amanecer los vampiros por fin se alejan del castillo y regresan a su cueva, y Kalimán tiene oportunidad de buscar a Erika, quien ha sobrevivido el ataque por haber estado encerrada en su habitación. Cuando la muchacha despierta, Kalimán le informa que sobrevivirá el ataque del vampiro y que él mismo la ayudará a contrarrestar los hechizos y las sugestiones de Galia por medio de la hipnosis y el poder mental.

Antes de alejarse para siempre del castillo de los Kruger, Kalimán regresa una vez más al campamento gitano para agradecerle a Lorena y recomendarle que busque la felicidad entre los suyos. La aventura termina con Janino, Rosco, Lorena y el resto de los gitanos levantando su campamento y alejándose para siempre de las tierras del Barón de Kruger.

EPISODIOS[]

  • 447-485 en México (1974)
  • 437-475 en Colombia (1984)
  • 065-103 en México (reedición, 2000)

CREADORES[]

  • Original de
    • Rafael Navarro Huerta
    • Modesto Vázquez González
  • Guionista
    • Héctor González Dueñas (Víctor Fox)
  • Dibujo
    • Cristóbal Velázquez (Crisvel)
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