Los Caballeros de la Muerte son los guardianes que el Conde Bartok utiliza para guardar los páramos que circundan el castillo de Boyer. Algunos de ellos son humanos, pero el Conde Bartok les ordena cubrir sus rostros con máscaras que semejan calaveras para asustar a intrusos que pudieran despojarlos de sus yelmos.
Sin embargo, otros caballeros de la muerte sí son espectros que tienen que huir de la luz del día.
Kalimán destruye a muchos de los caballeros de la muerte espectrales derrumbando un túnel del castillo de Boyer y sepultándolos bajo toneladas de escombros.